Pedro Manuel de la Cruz, director de La Voz de Almería, fue el encargado de inaugurar la gala de los XIII Premios Almería como representante del periódico que dirige desde hace casi cuatro décadas. Sus palabras, teñidas de la cercanía y la calidez propias de esta época del año, fueron un aliciente a la concordia y al encuentro.

Haciendo gala de su marca personal, el director almeriense recurrió a una cita para condensar un poderoso mensaje: “Decía el doctor Héctor Abad que para vivir hacen falta cinco condiciones imprescindibles: aire, agua, alimento, abrigo y afecto. El afecto es lo que nos hace felices. Esta gala que ya tantos años hemos celebrado es un gesto de afecto , de amor y de reconocimiento a todos los premiados”.

De la Cruz quiso hacer hincapié en la evolución de Almería en su último medio siglo de vida y en lo mucho que la provincia ha evolucionado desde que se instauró la democracia: “La Almería de ahora no es la Almería de hace 50 años. Esa Almería era una Almería de desolación y miseria. Hoy, vivimos en el ojo del huracán, pero no nos damos cuenta”, señaló, para después añadir: “Estamos viviendo una revolución, pero no de la violencia, sino de la innovación. Almería es un ejemplo mundial”.

Desde la proximidad de la alta velocidad en la capital hasta logros tan notables como la eficiente gestión del agua o la excelencia de los grados de la Universidad de Almería, el director de LA VOZ enumeró aquellos ejemplos que materializan la valía de la política democrática.

Cerró su discurso, en un círculo perfecto, incidiendo en la necesidad del reencuentro: “Hay dos formas de estar en la vida: una es estar hacia afuera y otra es hacia dentro. Los almerienses, por nuestra timidez, nos cuesta proyectar nuestro cariño, pero esta gala es la prueba de que podemos ser ejemplo de afecto y reencuentro. Hagámoslo”, concluyó.