El Almería, entre la alarma y el trauma tras caer eliminado en la Copa del Rey
Rubi no cree que el equipo vaya a caerse en Liga, pero la debacle de Elda se estrecha el margen de error para todos
La alineación de Rubi en Elda con muchos jugadores que no tienen protagonismo durante la Liga.
El Eldense sacó los colores al Almería en la segunda eliminatoria de la Copa del Rey. Remontó el gol de Patrick Soko a base de carácter, actitud, espíritu, convencimiento y calidad, que también existe -aunque no tiene tanta repercusión mediática- en Primera RFEF. Hamza fue una pesadilla con su zurdazo de falta directa y llevándose todos los duelos individuales. Luego Quintana finiquitaría a los rojiblancos. ¿Cómo ha sentado esta derrota en el corazón del vestuario del Almería? La delgada línea entre un mal día y una pequeña crisis entra en escena.
Rubi le quita hierro y no considera que el tropiezo en el ‘Pepico Amat’ vaya a ser traumático para los futbolistas. Sin embargo, sí hay motivos para alarmarse por la falta de fútbol y liderazgo en el campo. Nadie dio un paso al frente ni con el resultado en contra. Aquellos que deberían pedir paso por su escasez de minutos no aparecieron. Solo se escapan Bruno Iribarne, apoyado en la grada por sus padres y que vivió una tarde especial; Patrick Soko por abrir la lata goleadora, y el debut de Hou, una de las promesas de la cantera.
Iribarne, el gol de Soko y el debut de Hou, las únicas notas positivas en Elda
El equipo, agotado mentalmente en Elda
Desde el inicio de la temporada el Almería ha caído cuatro veces pero ninguna con un descalabro así. Accidentes con Racing de Santander, Real Valladolid y Ceuta; e inoperancia en Elda, que es lo más preocupante. No hubo nada destacable salvo la carrera de Soko para el gol. Ni siquiera el típico empujón final con los Embarba y Arribas en busca del empate. Los que estuvieron allí lo sintieron, lo percibieron: su equipo no podía más, estaba sin ideas, agotado mentalmente y previsible.
Hamza fue la pesadilla del Almería al margen del golazo de falta directa del 1-1.
La visita al Andorra deja sin margen al Almería
El entrenador levanta la mano y reconoce el “mal día” de todos, pero para que la sonrojante eliminación no se convierta en trauma, la visita al Andorra limita el margen de error. Un aspirante a subir no puede permitirse estar tres jornadas sin ganar y yéndose de la Copa del Rey sin discutir. Si de verdad es una piedra en el camino, en Encamp solo vale un resultado: ganar.
Perder así siempre tiene un precio
El sufrimiento en los centros laterales volvió a ser clave en Elda. Luna y Centelles apenas profundizaron y la medular ni construyó ni destruyó con Baba y Selvi. Este equipo sin balón es vulnerable. La Copa no te iba a dar más de una o dos rondas más, pero perder así siempre tiene un precio. O vence en Andorra o se abrirá el melón de las dudas en la afición. Porque el fútbol -a pesar de estar nueve encuentros invicto- no tiene memoria.