Dando ejemplo por España. Un total de 1.133 kilómetros separan Almería de A Coruña; el viaje de una punta de España a otra para convertir la larga travesía en fe, orgullo y sentimiento. Cuando la UDA logró el ascenso a Liga Profesional el 29 de junio de 2002 en Pontevedra -a 134 kms de A Coruña-, empezó una historia que va a cumplir 23 años. Han pasado por el club multitud de presidentes: Guillermo Blanes, Alfonso García, Turki Al-Sheikh y ahora Mohammed Al-Khereiji; una lista interminable de entrenadores y futbolistas, pero hay un pilar que cada vez es más grande y sostiene a toda una ciudad y una provincia: la afición.

La plantilla Almería viajó a Riazor, a más de mil kilómetros de casa, con la comodidad de un vuelo chárter. Sus incondicionales optaron por combinar avión y coche o directamente ponerse al volante y cruzar el país de una punta a otra. "Aquí estamos contigo, Almería", decía Mónica Ruiz, presidenta de la Federación de Peñas que se reunió con seguidores del RC Deportivo en la previa del choque. Hay quien prefiere ver el partido apartado, en la soledad de la concentración; otros dan salida a los nervios cantando y saltando; y otros lo llevan con calma por la experiencia de los años. En cualquier caso, el comportamiento, saber estar y el respeto han sido aplaudidos por redes sociales y las cámaras de LaLiga fueron testigo.

Desde todos los rincones de Almería

En un campo con casi 24.000 almas, las cámaras se iban al color rojiblanco porque más de un centenar de aficionados estuvieron en A Coruña. Unos pertenecientes a peñas como Milhojas, Orgullo Almeriense, Los Molinos, Capital Indálica, El Tomate y hasta de Fiñana, aunque seguro fueron muchas más las representadas. 

Cabe recordar que hace dos décadas se puso la semilla de ese sentimiento que poco a poco va dando sus frutos. Almería ha sido tierra de desapariciones de clubes y ahora bajo las siglas UD las nuevas generaciones conocen un solo equipo, una entidad representativa, y si antes viajaban 20 ahora son más de 100.

Vienen de dos años de fracasos deportivos

Tampoco se puede quedar en el tintero que el Almería viene de dos temporadas absolutamente nefastas, fracasando a nivel deportivo mientras sus aficionados agotaban los abonos y teñían de rojo y blanco los campos de Primera y ahora de Segunda. Es por ello que Rubi no solo tiene que centrarse en lo deportivo, sino en cerrar esa brecha que se abrió con la grada con el descenso de 2024 -él no estaba- y fortalecer esa comunión.

No hay estadio profesional donde no se vea el escudo del Almería, banderas, bufandas, camisetas... Las Palmas y A Coruña en una semana han sido los desplazamientos más largos y el equipo -por fin- ha estado a la altura de su gente gracias a los 4 puntos de 6 posibles. 

La grada vuelve a identificarse

Cuando este domingo salía el sol en Almería, la gran mayoría de aficionados que fueron a Riazor emprendían el viaje de retorno a casa en coche, autobús o avión con la satisfacción de haber visto un gran partido, a sus futbolistas sumar y ser competitivos en una Segunda donde la clasificación ya le debe puestos a los pupilos de Rubi. La grada se está identificando de nuevo con su equipo. Que el ritmo y los viajes no paren.