Firmó uno de los peores partidos que se le recuerdan como portero del Almería. Pudo hacer más en los tres goles que recibía el Almería, y se ha contagiado del bajo nivel de un equipo sin alma que sale al campo con "la piruleta" (como dice Rubi) sabiendo que se juega la vida. No se sostiene bajo los palos un meta que recibe un gol como el tercero y le ha llegado la hora de dejar pista libre a Fernando para parar la sangría. Igual no fue el peor de todos, pero poco le faltó para completar un concierto de cantadas bajo la lluvia de Burgos. En su descargo está que los que tiene por delante no dan una a derechas y ayudan en un colador que se llama Almería. Luis Maximiano sale retratado de Burgos y se espera que Rubi tome medidas, pero si nos la toma con otros lo mismo sigue bajo los palos con su gira de goles y cantes por España. En un partido de poco trabajo cantó de lo lindo.

Mal en el primero. Blando de manos en el segundo y penoso en el tercero. Esto es lo que tienen que mirar los hombres de Rubi y corregirlo. Muchas veces los ayudantes están para llevar los folios a tenor de unos errores que se siguen repitiendo en todos los partidos. La falta de concentración no es solo de Luis Maximiano aunque puso mucho de su parte en la derrota ante un equipo inferior al Almería en todo, menos en actitud y ganas. Ha llegado la hora de apuntar a la portería para empezar a cortar la sangría de goles que no tiene fin. El Burgos marcó en todas sus ocasiones.

Nadie sabe si será capaz un entrenador tan comedido de tomar esta decisión que se puede volver en su contra no haciéndolo porque Maximiano es el reflejo de lo que a día de hoy es el Almería: un portero que canta y no para las que antes atajaba. Muy lejos de lo que era le ha llegado la hora de descansar. El banquillo le espera.

Primero

Cuando un portero sale del campo con tres goles en la talega se lo tiene que mirar y seguro que verá el vídeo del partido donde aparece. En un saque de banda llegaba el primero con un fallo de la defensa y el suyo, quedando bajo los palos y no dando un paso al frente para tapar y acortar con ello la carrera del jugador rival. Es un gato bajo los palos pero a veces peca de quedarse enganchado en el área pequeña y eso le condena a recibir goles como el primero en El Plantío. No fue el máximo culpable de esa falta de tensión del equipo y al ser el último eslabón de la cadena su fallo hace más grande el desencanto.

Segundo

La jugada de pizarra del segundo gol del Burgos ya la hacía Ramis en el Almería y fue un canto a la pasividad colectiva de un equipo. Una falta. Una pelota quieta donde se deben conocer los mecanismos de defensa y dejan al delantero centro libre en el área y le abren pasillo. Maximiano lo intenta pero con manos blandas y llega el segundo que fue el gol que ‘mató’ a un Almería mejor y superior que acariciaba la victoria. Maximiano las paraba esas antes y ahora será por la mala racha le entran con manos de mantequilla. Ese gol se llevó por delante el partido para un Almería que se levantaba de otro inicio penoso.

Tercero

El peor gol que encajaba Luis Maximiano en Burgos es el tercero. Nada que ver con los dos anteriores poerque fue un clamor para un meta de su categoría. No atrapó la pelota. Dudó si iba a despejar Pozo y acabó dentro de su portería. Todo se contagia y un Almería que había bajado los brazos con el segundo gol, recibía el tercero, y porque el Burgos no quiso hacer sangre ya que los de Rubi se fueron si es que llegaron a estar en el partido. Maximiano, con este fallo queda en manos de su entrenador que deberá tomar una decisión sobre la portería. El portugués se lo puso fácil en una tarde de concierto cantando bajo la lluvia.