En mi artículo previo al encuentro frente al Rayo destacaba que en esta oportunidad había cinco razones para confiar en el triunfo del Almería. Todas ellas se confirmaron, aunque una de ellas cambiando Sousa por El Bilal.

La primera debía de tener como protagonista al debutante como titular Gonzalo Melero. El volante madrileño no defraudó ya que supo asumir el liderato que se le suponía,  convirtiéndose en  muchos momentos en la brújula del ataque rojiblanco y tomando siempre las mejores decisiones, más allá de alguna imprecisión lógica en el encuentro de su estreno como como integrante del once inicial. No marcó pero fue el jugador que asistió a su compañero Touré en el tercer gol.

La segunda estaba centrada en Embarba. El extremo zurdo no defraudó. Puso al servicio del equipo la velocidad, regate, visión de juego, lucha y oportunismo de que siempre había hecho gala logrando que por primera vez en mucho tiempo que el Almería pudiera hacer daño por el costado izquierdo de su vanguardia. Fue decisivo en los dos primeros goles. En el que abrió el camino de la victoria presionando con inteligencia la salida de balón del rival para robar y asistir a Robertone. En el segundo ejecutando un córner con música a la testa de Babic.

La tercera debía de tener como estrella a Baptistao, después de los destellos de calidad que ofreció en San Mamés. Confirmó con creces su crecimiento ofreciendo un gran partido, solidario en defensa y brillante en ataque.

Análisis

En definitiva tres mosqueteros brillantes para escoltar al D’Artagnan  en primera linea de fuego que hace bueno el sistema de cuatro defensas porque los tres tuvieron la llegada desde la segunda linea de la que el equipo había carecido en anteriores compromisos.

Apuntábamos antes del partido que la cuarta razón para creer en el triunfo era Sousa, brillante en Bilbao. El relevo lo tomó El Bilal que se estrenó como goleador y cumplió como cuarto mosquetero.

Y la quinta estaba reservada para César de la Hoz. Confirmó plenamente que su presencia dota de equilibrio al equipo y de eficacia a la defensa de cuatro. Además el sábado tenía la difícil misión, junto a Robertone de cortocircuitar la corriente ofensiva del rival que tiene como fuente a Trejo. Lo lograron y el talentoso volante rayista apareció mucho menos de lo que su equipo necesita  para bien de los intereses rojiblancos.

En definitiva fueron sesenta minutos de cine. Tanto Melero en su primera titularidad, como Baptistao que había hecho un gran trabajo, tenían que dejar el partido en el minuto 65 y ello perjudicó la salud del equipo, algo natural. Un paso adelante del Almería que pone en valor los fichajes de Embarba, Melero, Baptistao y El Bilal en el plano ofensivo y en el de trabajo solidario. Lamentable actuación de González Fuertes con decisiones que nadie entendió. La expulsión de Embarba por doble amarilla se ajustó a reglamento.