Gabriel Hidalgo, el señor del Poli Ejido
Llevó al club de Tercera a las puertas de Primera División

Gabriel Hidalgo Martín en la junta de accionistas del Poli Ejido.
La vida de Gaby Hidalgo da para un libro. Un ejidense que ama a su pueblo y que dio hasta el último de sus días todo lo que tenía para que los aficionados celestes pudieran presumir de su Poli. Era un niño que creció cantando goles en Santo Domingo y sin darse cuenta se encontró en el sillón para hacer el proyecto más grande de todos los tiempos.
Hoy, vive alejado del fútbol y dedicado a la familia y a su empresa que supo mantener siempre en paralelo a su gran obra deportiva. Gabriel Hidalgo Martín es la historia viva de un club que pisó la Tercera y despegó hasta colocarse a las puertas de la Primera.
Los mejores
Gabriel Hidalgo no caminará solo por el Poniente almeriense porque siempre contó con el mejor equipo directivo. No eran muchos, pero muy buenos. Con su alcalde Juan Enciso y con las empresas se puso el fútbol profesional por sombrero. Todo comenzó en el Municipal de Guadix cuando su Poli bajaba a Tercera. Ese día Gaby lloraba desconsolado viendo a su afición hundida. Fue tocar fondo y despegar hacia la gloria con los mejores entrenadores a su cargo. Antonio Tapia los llevó a Segunda y en esta categoría fueron contratados los mejores entrenadores como Paco Herrera, Pepe Mel, Quique Setién y un José María Salmerón que casi los pone en Primera.
Todos querían jugar y entrenar a un Poli Ejido que se hizo fuerte en la Liga Profesional con proyectos deportivos que superaban en inversión al club de la capital, con el que Gaby Hidalgo siempre tuvo una buena relación. Estuvo en los mejores campos de España haciendo grande a El Ejido y a su Poli.
Ambicioso
Todos sus sueños de fútbol se hicieron realidad y el mejor Poli de la historia lleva su firma, pero aquello se fue extinguiendo con la llegada de la crisis económica y el club inició el camino de vuelta con Hidalgo sin abandonar el barco. Soportó la crítica feroz de aquellos que le elogiaron y se marchó dejando paso a unos ‘salvadores’ que acabaron con el club para siempre. Sin Gaby Hidalgo no hubo mayor gloria en el Poli Ejido. Ni la habrá.
Rivalidad extrema
En las distancias cortas se notaba que Gaby amaba a El Ejido infinitamente. Para él nada ni nadie era más que el Poli y sus fieles seguidores. Mantenía una rivalidad feroz con el equipo de la capital, siempre con un trato correcto hacia unos dirigentes del Almería, a los que dejó claro que “una cosa es ser hermanos y otra hacer el primo”.