No ha sido fácil, pero para nadie. El 2020 pasará a la historia como aquel año en el que el fútbol se paró por una pandemia terrible a nivel mundial. Tres meses con el balón parado, el mundo se detuvo, y volvió el fútbol a los estadios, pero con unas gradas vacías, sin aficionados, y con unas butacas como esperando a esos abonados que jamás fallan a su querido Almería.

Aquellos primeros  partidos sin el calor del aficionado en las gradas del Estadio de los Juegos Mediterráneos serán difíciles de olvidar para aquellos que fuimos testigos directos de un campo en el que el silencio se hizo tan protagonista, y sigue siéndolo, aunque nadie se termina de adaptar al nuevo fútbol, a este fútbol tan raro, que nos ha tocado vivir por el Covid-19.

El primer encuentro después del confinamiento fue ante Las Palmas, y aquello empezó mal porque se perdió 0-1, luego llegó el Alcorcón con Fran Fernández y también se perdió 0-1. Dos partidos sin aficionados y dos duros golpes para una plantilla que no se adaptaba a jugar sin el público en la gradas del Estadio de los Juegos Mediterráneos

Primera alegría

El primer partido que se ganó sin público en casa fue ante el Sporting de Gijón (1-0), pero vino el Tenerife, otra derrota como local (1-2). Aquello de jugar sin aficionados estaba sentando muy mal a aquel Almería que finalmente jugaría el Play Off sin el premio del ascenso a la Liga de las Estrellas.

Vino el Rayo Vallecano a Almería y se ganó (3-2), luego se acabaría la fase regular del Campeonato Nacional de Liga en Segunda División con el Málaga y 0-0 en casa. El Girona de Francisco, en el Play Off de ascenso a Primera División, venció en Almería (1-2); punto y final a la primera temporada del nuevo Almería de Turki Al-Sheikh al frente del proyecto rojiblanco que tiene como gran objetivo el ascenso a 1ª.

Mejores tiempos

Esta temporada, en cambio, ha sido mejor para el Almería en sus partidos en el Estadio de los Juegos Mediterráneos con cinco victorias, dos empates y solo una derrota en el recinto deportivo de la Vega de Acá. Ha cambiado tanto la UD Almería en casa sin aficionados en las gradas que lleva ya cuatro victorias consecutivas en un estadio que comienza, por fin, a ser un auténtico fortín.