El gol es el único camino válido para determinar los resultados de los partidos. Dos premisas son fundamentales para ganar, defender bien y ser eficaces en ataque. Si falla una de ellas o las dos, sumar de tres en tres es una misión casi imposible. El Almería de Fran Fernández no fue capaz de hacer gol en el Francisco de la Hera, luego no podía ganar. El Extremadura no había visto de cerca a René hasta que Pulido Santana se inventó un penalti, lo transformó y por ello ganó.

El Almería fue superior al Extremadura casi en todas las facetas del juego, tuvo más posesión, controló el juego, lanzó más veces desde la esquina, realizó más remates a portería, etc. Pero una vez más falló a la hora de la verdad, en ese momento en el que tiene que aparecer la calidad individual para definir, para culminar las numerosas y bien trenzadas llegadas a la zona de castigo del rival.
Los jugadores lo dieron todo en Almendralejo, como viene sucediendo a lo largo de esta sobresaliente temporada, pero la calidad no se compra y si no se tiene el grupo lo paga muy caro. El Real Madrid se ha arrastrado por los campos de España y Europa porque se ha quedado sin gol con la salida de Ronaldo.

El Almería ha completado en el Francisco de la Hera su periplo más negro de toda la temporada al sumar sólo tres puntos sobre quince posibles, superando la crisis de los cinco primeros compromisos ligueros esta temporada en los que logró conquistar un punto más.
En el adiós a la lucha por el play-off sólo resta agradecer a los profesionales la gran campaña que han firmado y no olvidar que los cincuenta aún no se han alcanzado.