Un Almería de bajo coste y con entrenador de la casa está cambiando la historia. Casi sin tiempo para disfrutar porque aún en la memoria ronda aquella calculadora de los lunes viendo todo lo que quedaba y los puntos que se necesitaban para salvarse.

Es tanto lo que está haciendo este Almería y con tan poco ruido que se merece mi consideración. Nadie lo podía imaginar cuando se firmaron a 17 jugadores de perfil bajo y se daba la alternativa a jugadores del filial.

La operación ha salido redonda al presidente que ha liquidado la pequeña deuda y tiene el club a punto de caramelo para venderlo cuando llegue otro valiente con dinero fresco homologado por el Banco de España. Ya no nos acordamos de los lunes en el pozo y hablamos de play off de pleno derecho olvidando la cola.

El Almería nos está dando un subidón desde la humildad, pero no olvidemos de donde venimos y no cantemos “a segunda B” al Córdoba que tanto nos ayudó. No debemos de escupir en el plato que nos ha dado de comer.

Tras cuatro jornadas mirando la clasificación metidos en el barro ahora toca disfrutar el momento y meter en un cajón esa calculadora de los lunes.