Aunque la temporada acabó hace ya dos semanas y con sabor dulce al terminar salvando la categoría, la incertidumbre ha rodeado al Almería hasta tal punto de que la puesta en escena de las equipaciones e incluso el Play Off del filial están quedando en un segundo plano. Primero con la ‘bomba’ lanzada por Alfonso García en el Carrusel Deportivo, manifestando que quiere “vender el club” a alguna persona o grupo inversor que garantice estabilidad. Apareció el nombre de Pablo Cortacero, pero nada más se supo que un comunicado oficial desmintiendo informaciones. Por si fuera poco, la vinculación de Jorge Morcillo, capitán del equipo, en la Operación Cortés contra el amaño de partidos, según diario El Mundo, empaña aún más la actualidad rojiblanca. La próxima semana saldrá a la luz la nueva campaña de abonos, que no variará los precios a tenor del rendimiento del equipo en las tres temporadas precedentes. Y es ahí donde el aficionado espera un incentivo.

Alguna alegría

Al margen de la posible venta, el caso de Morcillo y también la presión que empiezan a ejercer desde León para que la Real Federación Española de Fútbol valore un posible descenso del Almería, los abonados aguardan alguna noticia positiva por parte de la entidad. De momento no se sabe quién se sentará en el banquillo la próxima campaña, y cada minuto que pasa, la posibilidad de que Fran Fernández continúe se enfría más. El técnico que logró la permanencia en la última jornada no tiene noticias respecto a su futuro.

También esperan fichajes que motiven. Llegaron jugadores con buen cartel que pasaron desapercibidos o cuyo rendimiento estuvo muy lejos del esperado. Lo que queda de manifiesto es que el Almería sigue acaparando todas las miradas. Sin míster, sin fichajes y con media plantilla aún por hacer, lo que más asusta a aquel que sigue la actualidad es que otros rivales directos se adelanten, como viene ocurriendo en los dos últimos campeonatos. A partir del 1 de julio, cuando expiran los contratos de muchos futbolistas, la carrera por fichar será todavía más frenética en la categoría. Y es que de las nuevas caras del vestuario va a depender la campaña de abonos y el mantener viva la llama de la ilusión entre los que apoyan al Almería.

Otro de los puntos a tener en cuenta respecto a la planificación del próximo curso es saber en qué categoría militará el filial. El gasto en fichajes para el segundo equipo también sería mayor. En cualquier caso, el Almería no está parado, pero mantiene la incertidumbre al no tener aún ni entrenador.