No hay más modelo que salvar la LFP desde 2011
Hay que levantar la cabeza y mirar hacia arriba de una vez estamos así desde 2011

Alfonso García presentando la temporada 2011-12.
El mensaje de Alfonso García ha calado a todos los niveles. Lo lanzaba cuando el Almería bajaba a Segunda División en 2011 y se mantiene firme: “Lo principal es estar en la Liga Profesional”. Y así vamos.
Los proyectos realizados desde aquel año no han sido malos ya que se volvía a la Primera División y se salvó la categoría al año siguiente. Parecía que íbamos a ser ese club ascensor que pregonaba el entonces alcalde de Almería Luis Rogelio Rodríguez.
Pero nos atacó la mediocridad y el conformismo y empezamos a mirar para abajo de forma muy peligrosa. Ya daba lo mismo gastarse más o menos. Invertir todo para volver a la élite o bajar el presupuesto a la mitad. Con salvar la LFP todos los errores se taparon y seguimos por el mismo camino.
Con Alberto Benito, Andrés Fernández o Miguel Corona no nos llega para vivir una temporada tranquila en Segunda División. Nos aferramos al sufrimiento y nos jugamos la LFP a cara o cruz.
Hemos celebrado las tres últimas permanencias a lo grande cuando Almería es una provincia para no pasar apuros en la categoría de plata. Hemos mirado hacia otro lado cuando los futbolistas se han pegado media Liga saliendo al campo a verlas venir. La ley del mínimo esfuerzo ha sido una constante. Van tres años. Aquí nunca arde Troya. Salvados por los pelos.
Almería lo perdona todo y parece imperdonable poner en jaque tres temporadas seguidas el espectáculo que mayor público lleva a nuestra escena: el fútbol y sus 8.000 aficionados de media.
No hay más modelo que salvar la LFP, pero una salvación no debe de tapar los errores.
Hay que levantar la cabeza y mirar hacia arriba de una vez.
A este paso nos vamos a cargar el invento.
Qué alivio.