“Éste no ha firmado tres años para sufrir”, fueron mis primeras palabras a Rafa y a Carlos cuando me enteré que Lucas Alcaraz tenía un contrato de larga duración: el primero según Alfonso García.

En mis ratos de soledad mientras preparo el Carrusel o el SER Deportivos por mi mente pasan muchos momentos de fútbol y tengo la corazonada de que volveremos a Primera División.

Mientras pongo la señal en la mesa de emisiones, pruebo con Carlos en el Mediterráneo y el micrófono del invitado en el estudio, con Rafa, entro en una hora de soledad infinita.

Me quedo solo en el estudio mirando el partido que toque de Segunda División y como si estuviera mirando al mar sueño despierto (como dice la canción) que vamos a volver a la élite.

No existen datos que me lleven a este menester. Bastante tiene Lucas Alcaraz con salvar la categoría pero mis delirios de grandeza (que nunca los tuve) me acercan a la máxima categoría.

Almería (lo tengo claro) no es una provincia para sufrir por mantener la categoría de plata. Somos ese equipo ascensor que decía Luis Rogelio (siempre alcalde de Almería). Pacheco piensa igual.

Mirando a la televisión, ordenando el guión y la pauta de publicidad, mi mente empieza a ver a Carlos Miralles en el Bernabéu y a Rafa Góngora a pie de campo con Cristiano a nivel nacional.

Cuando se me va la cabeza veo al Almería con Lucas Alcaraz en Primera División con Corona de director deportivo y Soriano de segundo entrenador.

Ustedes dirán que la canción también decía que: “Mirando al mar soñé que estabas junto a mí”, y no estaba ella, pero al final por mucho soñar despierto...

Yo creo en Lucas. Tengo fe.