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Mª Carmen Castillo: “La Inteligencia Artificial nunca sustituirá a un profesor”

Al frente de la educación pública andaluza, la consejera repasa las grandes cuestiones del inicio del curso escolar

María del Carmen Castillo Mena, fotografiada durante la entrevista esta semana en la Redacción de La Voz de Almería.

María del Carmen Castillo Mena, fotografiada durante la entrevista esta semana en la Redacción de La Voz de Almería.La Voz

Simón Ruiz Carrillo
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María del Carmen Castillo Mena, al margen de su actual cargo, es funcionaria de carrera del Cuerpo de Inspectores de Educación de la Junta de Andalucía desde 2008 y del Cuerpo de Profesorado de Educación Secundaria en la especialidad de Administración de Empresas (1997). Entre otros, ha desempeñado el cargo de delegada territorial de Educación, Deporte, Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación en Almería.

En esta entrevista, la consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional responde a cuestiones vinculadas con el inicio del curso y con la educación pública en general.

Fue nombrada consejera en pleno verano de 2024 y ya ha cumplido 14 meses en el cargo. Supongo que ese primer día sería especial.

En realidad volvía a mi casa porque fui viceconsejera hasta el verano de 2022. Cuando fue nombrada Patricia del Pozo me propuso seguir en Educación y le respondí que le echaría una mano de Almería como inspectora. Llevaba tres años fuera de mi casa y pasaba casi toda la semana en Sevilla.

O sea que ya tenía rodaje, pues, como viceconsejera con el desaparecido Javier Imbroda.

Cuando volví les dije a la gente que esto había que sacarlo adelante. Fue más impactante cuando pasé de ser delegada territorial a viceconsejera. Me encontré al llegar a Sevilla una consejería muy grande y donde trabajan nada menos que 1.000 funcionarios.

Vamos, que se quedó sin vacaciones.

Nadie cogió vacaciones en el equipo directivo de la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional.

En estos 14 meses que lleva al frente de la educación pública en Andalucía se ha hablado más que nunca de la Inteligencia Artificial. ¿Llegará el día en que la IA sustituya a un profesor en un aula?

No. Y me voy a explicar. La Inteligencia Artificial tiene respuestas pero no tiene preguntas. Lo que mueve y cambia el mundo es la curiosidad, las ganas de hacer las cosas de manera distinta.

Pero hay estudiantes que recurren a la IA para formarse.

Una cosa es que sea un apoyo la Inteligencia Artificial y que aporte mucha información y otra cosa es el espíritu crítico que aporta un docente. Un docente te aporta formación y te escucha. La Inteligencia Artificial no te escucha. Le dices dime esto y lo busca por todos los recursos que tiene, pero ni te escucha ni te conforta, no entiende de ese momento de necesidad que tú puedas tener.

Está tranquilizando a los docentes.

Los profesores nunca van a ser sustituidos, desde mi punto de vista, por la Inteligencia Artificial, más allá de que puede facilitar los procesos de enseñanza-aprendizaje. Lo que nos mueve como sociedad es preguntarnos si esto se puede hacer de manera distinta y eso no lo va a hacer nunca la IA.

Tiene que ser difícil estar todo el día sometida a críticas no solo por parte de los padres sino también de los sindicatos y la oposición parlamentaria.

Soy una persona positiva. Se puede ver el vaso medio lleno o medio vacío. Tenemos un sistema educativo con 1.800.000 alumnos, 130.000 profesores y 7.200 centros educativos y todos los días puede haber una incidencia. Si tenemos 98.000 alumnos en transporte escolar y se retrasa el traslado de 20 en autobús, pues eso no es un problema sino una incidencia puntual. El sistema es enorme.

El andaluz es el sistema de mayor volumen de España.

Y también el sistema educativo más potente de España, con más profesores y con más servicios. Destinamos 900 millones para becas, transporte, comedores escolares, gratuidad de los libros de texto, … O 400 millones para digitalización del sistema.

Apunte más datos.

Somos más grandes que Portugal o que otros 14 países de la Unión Europea. El 20 por ciento del presupuesto de la Junta de Andalucía se destina a educación, con más de 9.000 millones de euros. A nivel global, el 63% de la inversión total es para las políticas sociales, salud y educación, lo que importa a los ciudadanos. Estoy contenta con la oportunidad que se me da para participar en un gobierno al que le preocupan esas cuestiones.

El curso empieza en septiembre pero se prepara desde meses antes.

Prácticamente desde principios de año. En el mes de febrero ya se empieza a planificar porque a continuación, en marzo, ya hay proceso de escolarización. Hay que preparar infraestructuras, transporte, comedor escolar, actividades extaescolares, … y junto a ello las oposiciones y las asignaciones de destinos a docentes. Para que el curso empiece el 1 de septiembre se ha hecho antes un trabajo muy grande. Y no solo con profesores, también con funcionarios, personal de cocina, ordenanzas, …

Su antecesora, Patricia del Pozo, mantenía que en aquel centro educativo donde había aulas prefabricadas significaba que estaba cerca una ampliación del mismo.

En un aula prefabricada, aunque no es una instalación permanente, no se está mal. Está climatizada y los alumnos y profesores están bien dentro. Es verdad que desde fuera parece ser que se ven feas, pero por dentro son aulas normales, donde se desarrolla perfectamente la actividad docente. El objetivo es quitarlas, que las estamos quitando, pero detrás de cada aula hay una obra prevista.

¿Tiene datos?

Cuando llegamos al gobierno de la Junta de Andalucía en 2019 nos encontramos muchas aulas prefabricadas y mucha planificación de obras que no tenían detrás un presupuesto y hemos tenido que afrontarlas. Hemos ejecutado 2.600 actuaciones por valor de más de 600 millones de euros en Andalucía.

¿Y en Almería?

Hemos desarrollado en los últimos años 361 actuaciones con inversiones de 90 millones de euros.

Dígame algunas de ellas.

Ahí está el Conservatorio Kina Jiménez, que llevaba prometido 20 años, y otros proyectos como el instituto de Huércal de Almería, el colegio de Viator, en Campo de Níjar Norte, IES Los Ángeles, IES Alhadra, Las Salinas en Roquetas de Mar o el instituto de Almerimar. Ahora va a salir la licitación del instituto de Las Marinas y estamos trabajando con el Ayuntamiento de Almería para un nuevo centro en la Vega.

Pero siguen muchas aulas prefabricadas.

Claro que nos gustaría quitar todas las aulas prefabricadas, pero también nos pasa como en Huércal-Overa, que nos piden que las dejemos aunque hayamos ampliado el instituto. Tenemos menos aulas prefabricadas en Almería que cuando llegamos y vamos a quitar más.

La demanda de nuevos centros educativos es incesante en las ocho provincias andaluzas que conforman la comunidad.

Antes nos costaba uno entre 3 y 4 millones de euros. Ahora han subido los precios hasta los 7 y 8 millones. Y con cada menos población escolar, también hay que repensar las infraestructuras educativas. El dinero no es de nadie, el dinero es de todos.

Explique algo más al respecto.

Hasta la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional nos llega la petición de un centro de tres líneas para 600 alumnos y después solo hay previsión de 200 matrículas. A lo mejor lo que hay que hacer es arreglar y ampliar el colegio para que entre todo el alumnado. Las necesidades de 2025 no se parecen a las de 2015 y mucho menos a las de 2020.

Está claro que les afecta el llamado invierno demográfico.

En los últimos cinco años hemos perdido 120.000 alumnos del sistema educativo por la baja natalidad que hubo hace años. En el conjunto del sistema nos ha ayudado, entre otras cosas, la incorporación de 48.000 plazas de FP.

Y junto a ello el aumento de alumnos de padres que llegaron como inmigrantes a Almería.

La inmigración en determinadas zonas es una oportunidad. Necesitamos inmigrantes para ocupar puestos de trabajo que nosotros no queremos. Almería es un ejemplo de integración. Queremos una inmigración regulada, que lleguen con sus contratos de trabajo, que no vivan hacinados, … Todos los niños que escolarizamos ahora con 3 años son españoles. Han nacido en España y no como pasaba hace 15 0 20 años cuando llegaban en patera y había que escolarizarlos. Entonces sí que era difícil integrarlos.

Los almerienses también emigraron en los tiempos del franquismo.

Cuando íbamos a Alemania se juntaban todos los españoles en un mismo pueblo. Ahora, en Matagorda, los argelinos van donde residen otros argelinos. A veces me preocupan que se crean esos guettos educativos, pero cuando conviven varias nacionalidades, no hay problema ninguno.

A Vox no le gusta la política educativa de la Junta. Ha sido muchas veces censurada por los representantes de Santiago Abascal en el Parlamento de Andalucía.

Me parece que están en un error. Me repiten en los debates hasta la sociedad lo de la islamización en las aulas. Los inmigrantes están trabajando, dados de alta en la Seguridad Social y contribuyen a que paguemos las pensiones y financiemos la sanidad y la educación. Sus hijos son unos alumnos más de nuestro sistema, como el resto de los estudiantes.

Desde el punto de vista educativo, al inmigrante se le ve como un alumno más. Nuestros centros son centros de integración. En algunos conviven alumnos de hasta 12 nacionalidades diferentes con absoluta normalidad.

¿Hay diferencias entre ellos?

Los niños no hacen los distingos que hacen los mayores. Hay que tener cuidado con determinados mensajes. En educación transmitimos valores de igualdad, de respetar todas las opiniones, de resolver pacíficamente los conflictos, … La sociedad tendría que aprender mucho de lo que se hace en la escuela.

¿Pero también nos encontramos conflictos como el que plantea la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en contra de poner banderas palestinas en los colegios?

En los centros educativos se trabaja para luchar contra los sesgos ideológicos de la naturaleza que sean. Poner una bandera no cambia una situación. No se trata de prohibirlas. Hay una sentencia del Supremo donde se indica que solo se ponen las banderas oficiales. Nuestros centros trabajan para que todos los niños se sientan parte de la comunidad educativa cualquiera que sea su raza, ideología o país de origen. Cuando se introduce el debate de las banderas, del conflicto, nos estamos equivocando. Los centros educativos son espacios de paz. No me cansaré de repetirlo.

¿Le gustaría que en Andalucía hubiera 300 empresas como Cosentino, ubicada en la provincia de Almería, que apuesten por la Formación Profesional Dual?

Sí, pero se puede hacer FP Dual con Cosentino y también con las pequeñas y medianas empresas. La FP Dual lo que hace es ponernos de acuerdo entre los que necesita la empresa y los conocimientos que tengo que transmitir desde el sistema educativo.

¿Y las pequeñas y medianas empresas?

Las pymes tienen mucho que decir. Son el 95 por ciento del tejido empresarial andaluz. Cosentino da impulso a la FP Dual y tenemos más ejemplos como ellos en Andalucía, pero insisto en que hay que animar a la pequeña y mediana empresa para que la vean como una oportunidad.

¿Por qué cree que hay tanta demanda ahora de FP cuando antes parecía la hermana pobre del sistema educativo?

Tenemos 197 de las 222 especialidades del catálogo nacional. Hay en toda Andalucía 3.773 ciclos formativos y cursos de especialización. Necesitamos a las empresas para que se acerquen a la Formación Profesional. Hay mucha demanda en según qué ciclos y, sin embargo, tenemos vacantes en algunos ciclos donde las empresas nos demandan alumnos de soldadura, electricidad y electrónica, atención a personas en situación de dependencia, química, laboratorios, … Lo que estamos intentando hacer es casar la oferta de ciclos con la oferta de puestos de trabajo de las empresas.

¿Cómo es la inserción laboral en la FP?

Al año de terminar un ciclo formativo, un 50 por ciento de nuestros alumnos ya está trabajando en lo que ha estudiado y a los cuatro años, el 70 por ciento. Hay ciclos que tienen hasta un 80 por ciento.

¿Hay algunos ciclos interesantes en Almería?

Por ejemplo, los vinculados con el agua, los de Cosentino o los de mecánica. No obstante, nos hacen falta muchísimos electricistas y electrónicos.

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