La otra cara de Cristina Hernández: la única mujer torera nacida en Almería
En el verano de 1997 consiguió entrar en la Escuela Municipal Taurina

Cristina Hernández.
Cristina Hernández, cuando tenía tan solo ocho años decidió plantearles a sus padres su deseo de aprender a torear. Hubo sorpresa y asombro, porque no podían imaginarse que esa incipiente afición de la niña fuera a convertirse en su inmediato futuro, aunque quien si lo empezó a notar fue su padre el impulsor de esta afición en la pequeña. Hasta hoy ha sido la única mujer que se ha vestido de luces y se ha enfrentado a becerros y novillos utreros en los diecisiete años que se ha mantenido en el mundo de los toros. Nacida en la capital en la vega de Acá el 21de febrero de 1985, después de largas y duras conversaciones y algún que otro disgustillo por fin en el verano de 1997 consiguió entrar en la Escuela Municipal Taurina de Almería.
¿Qué edad tenía?
Había cumplido ya los doce años y solo llevaba cuatro meses entrenando y aprendiendo en la Escuela Taurina de Almería cuando mis profesores Antonio Márquez y Pepe Plaza (ambos fallecidos) decidieron darme la oportunidad de enfrentarme con mi primera becerra en la plaza de Toros de Almería.
Siguió firme en sus convicciones trabajando activamente con el carretón y el toreo de salón para alcanzar el sueño que perseguía.
Si, y llegó finalmente el 10 de junio de 2000. Fue otro gran día ya que por primera vez y con apenas quince años debuté vestida de luces en la localidad granadina de Montefrío. Al becerro le corté las dos orejas y el rabo.
Durante cinco años estuvo toreando un aceptable número de becerradas, festivales y novilladas sin picadores y ya curtida le llegó su debut de novillero con picadores.
Mi debut con los del “castoreño” fue en la plaza de toros de Benalmadena el 10 de julio de 2005 donde se lidiaron reses de los Hermanos Segura corté dos orejas saliendo a hombros por la puerta grande
¿En todo este proceso de formación como novillera tuvo muchas ayudas?
Si le soy sincera, lo que se dice ayudarme, ayudarme, la verdad que casi nadie. Además de mi padre, fundamental en mi aprendizaje, en Almería tuve la suerte de tener el apoyo de ese magnifico taurino y mejor persona que es Juan Carreño Ramón.
¿Cuántos años ha estado en activo?
Estuve en torno a unos 17 años, más o menos.
Y en todo ese tiempo ¿Cuál es el balance del número de festejos en que ha intervenido?
Habré participado en alrededor de unos 200, entre festivales, novilladas sin picadores y con picadores.
¿Dónde tuvo su mejor y peor tarde en todo este tiempo?
Tuve tardes muy buenas donde pude disfrutar mucho, pero si tengo que elegir una de ellas, me quedo con una novillada en la plaza de toros de Jaén que fue una tarde mágica para mí.

Cristina Hernández en plena faena.
¿Y la peor tarde?
Creo que fue en Motril por la cogida tan desagradable que tuve en la cara.
Siendo el mundo del toro, difícil y duro para los hombres, en el caso de la mujer, la dificultad debe ser mucho más enorme. Es así ¿No?
Sinceramente puedo decir que el ser mujer nunca me supuso un problema para torear. Es más, siempre me vi arropada por mis compañeros cada tarde que me vestía de luces.
¿Cómo definiría su estilo?
Un toreo profundo, un toreo de arte y pureza combinado con el temple y siempre buscando esa conexión necesaria que se debe tener con el público.
¿Qué torera española ha sido su principal referente?
Sin lugar a dudas la madrileña Cristina Sánchez, la única mujer que ha logrado salir por la puerta grande en Las Ventas de Madrid y que ha tenido grandes tardes en las mejores plazas de España.
¿Es cierto que, para llegar a ser matador de toros, de novillero hay que gastarse mucho dinero y a veces no es fácil lograr ese objetivo?
En cualquier sueño hay que invertir dinero. Y el mundo del toro no va a ser menos y por supuesto pese a intentarlo denodadamente cabe la posibilidad de no llegar a lograr nada. Pero es un costo por el que hay que apostar.
¿Cuál fue el motivo o la causa por la que no llegó a tomar la alternativa?
Fueron muchas causas que se juntaron donde me faltarían páginas y páginas para poder explicarlas de forma pormenorizada.
Usted dio un giro en su carrera y se afincó en Sevilla, entrenando duro y compartiendo cartel en festejos y festivales con destacados matadores de toros.
Me fui a Sevilla dejando a Almería atrás yo sola para cumplir este sueño tan bonito y aquí llevo 14 años y siempre que puedo vengo a la tierra. A lo largo de mi carrera tuve la oportunidad de torear con varios matadores de un notable cartel tales como Miguel Abellán, el cordobés, Rubén Pinar, Salvador Cortés, Oscar Higares, Víctor Janeiro o David Luguillano entre otros.
¿Ha tenido percances graves a lo largo de su carrera?
Sí, he tenido bastantes cogidas y algunas cornadas, pero gracias a Dios no llegaron a ser muy graves y no mermaron mis facultades para seguir en la profesión.

Cristina Hernández.
¿Cuál ha sido el peor “piropo” que ha escuchado en una plaza de toros?
Pues comentarios típicos machistas de que las mujeres son para estar en casa
¿Recuerda el vestido de torear que utilizó el día que mató su último novillo y en dónde fue?
Era sangre de toro y oro. Y fue en Villarrubia de Santiago una novillada del hierro de Fernando Peña.
¿A usted los antitaurinos la han criticado o insultado por la calle o en las redes sociales?
Por supuesto que sí.
¿Qué le diría a una chica que quiera ser torero?
Que luche por sus sueños. Que todo es posible y que no permita que nadie le diga lo contrario.
Muchos aficionados afirman que en la tauromaquia existe toda una simbología sexual. ¿Usted qué opina?
No estoy de acuerdo con eso en absoluto.
Una curiosidad. ¿Ha habido algún compañero de profesión que ha rechazado torear con usted?
Nunca.
¿Es supersticiosa? ¿Rezaba o llevaba estampas religiosas antes salir al ruedo?
No, no soy supersticiosa. Pero si he sido y soy muy creyente. Siempre llevaba mi capilla con mis estampas, rezaba en la habitación del hotel antes de salir a la plaza y en la capilla en las plazas donde había.
¿Por qué no llego a debutar con picadores es la plaza de Almería?
Eso quisiera saber yo. Todos mis compañeros de la Escuela Taurina tuvieron en su día esa oportunidad de torear ante los paisanos. Se intentó en varias ocasiones para que pudiera torear en la tradicional novillada de la feria de agosto, pero por lo visto mi debut no entraba en los planes del señor Chopera.
Con la aparición de las Escuelas Taurinas en los años ochenta llegaron chicas jóvenes como Cristina Sánchez animadas por su afición y quien tras su etapa como becerrista, debutó con picadores en Quito en 1992 y en España al año siguiente en Valdemorillo. Ha sido la primera mujer que ha abierto la puerta grande de las Ventas y anunciada en los carteles de la Feria de San Isidro. Tomó la alternativa en Nimes en 1996, con Curro Romero como padrino de la ceremonia y José María Manzanares de testigo. Aun así, muchos matadores no quisieron torear con ella y en mayo de 1999 anunció su retirada de los ruedos. Su despedida se produjo el día 12 de octubre del mismo año, en Las Ventas, en la última corrida de la Feria de Otoño de Madrid pero Cristina Sánchez se despidió de la afición almeriense en la plaza de toros de Vera, dos meses antes de su retirada definitiva de los ruedos compartiendo cartel con el diestro almeriense Ruiz Manuel.