Roberto Álvarez es almeriense de adopción, 30 años lleva viviendo aquí, pero Oviedo es su casa por nacimiento. Desde el pasado 11 de mayo es el nuevo coordinador local de IU en Almería.

Llega en un momento en el que las siglas están más diluidas que nunca y con mucho que preparar para el futuro.

Llega como coordinador en el momento en el que menos visibilidad tiene Izquierda Unida.

Izquierda Unida o el PCE siempre ha tenido presencia en el Ayuntamiento hasta la pasada Corporación municipal que nos llevó a pensar que ir por separado en esta era una locura, y conseguimos formar la coalición que ahora conforma el grupo municipal. Es una alianza que en estos dos años se ha consolidado. Hay una mesa de partidos donde se ponen encima de la mesa y se consensuan las posiciones que se mantienen en el Ayuntamiento, las mociones... es cierto que al principio hubo reticencias pero con el rodaje hemos ido aprendiendo. Es cierto que antes la gente se identificaba cuando miraba al grupo municipal y ahora les cuesta más.

¿Y cómo se revoluciona a la gente?

Vamos a intentar que Izquierda Unida recupere su presencia en las asociaciones de los barrios, también en el Ayuntamiento a través del Grupo Municipal aunque estemos con el concejal de Podemos. Realizaremos actos, actividades... Lo más importante es que vamos a preparar un plan de trabajo para tomar decisiones sobre la forma en la que conseguirlo.

Lleva muchos años en la formación pero ahora llega como revulsivo, como cambio en la coordinadora local.

Es un cambio pero no quiere decir que sea una revolución. Un coordinador es una persona que con voluntad y empeño trata de coordinar pero que tiene que tener siempre un equipo. Si no hay equipo, no hay nada que hacer así que he optado por formar un equipo de gente con experiencia como Quique Ruiz, que ha estado haciendo un buen trabajo con el grupo municipal y va a seguir ahí y como portavoz de la coordinadora, o Nicolás Martín, que es asesor en el grupo, pero también la mitad de los miembros son nuevas incorporaciones.

En Almería tienen ustedes un reto enorme de cara a 2027.

Esta semana se cumplían los dos años de Corporación municipal y escuchaba el balance de la alcaldesa, María del Mar Vázquez, y todo parecía bueno. Claro que estamos mejorando pero Almería es una ciudad muy desigual. Se invierte siempre en los mismos barrios, para los mismos, en la zona centro, en la parte más rica. Eso de que gobiernan para los ricos sé que puede sonar a demagogia, pero es que en el fondo es verdad. Si va uno a los barrios se da cuenta de que están más abandonados, hay más suciedad y ya no hablamos de los que tienen vecinos con una mayor vulnerabilidad.

Además, en Almería hay mucha pobreza también, hay mucha gente que lo pasa mal. Aquí no somos todos ricos. El problema es que, actualmente, no hay trabajadores sociales suficientes en el Ayuntamiento para atender todas las necesidades que verdaderamente tiene la capital. Es necesario que se preocupen en invertir en política social y en eso queremos estar presentes. Nos toca salir y denunciar todas estas necesidades ante la ciudadanía y que los almerienses vean que estamos ahí, que tenemos un proyecto, que queremos recuperar su confianza y que nos voten para tener presencia en un grupo municipal concurramos como concurramos a las elecciones.

Llegarán los comicios en plena fractura y extremismos.

Tenemos una preocupación importante porque hay una subida enorme de la extrema derecha. Es puro neofascismo, neomachismo, un movimiento reaccionario. Tenemos que analizar qué hemos hecho mal para que jóvenes de 16 ó 17 años sean capaces de decir cosas como que las mujeres tienen demasiados derechos. Si miramos en nuestro entorno ha subido mucho la ultraderecha.