La aparición de Cayetana Guillén Cuervo en La revuelta tuvo como gran protagonista principal el sexo. La actriz acudió al programa para dar visibilidad a No te lo cayes, su pódcast dedicado a hablar de sexualidad sin filtros, y lo hizo cargada con una maleta repleta de juguetes sexuales que desataron el alboroto en el plató. 

Entre bromas, confesiones personales y algún que otro momento inesperado, David Broncano acabó compartiendo un detalle sorprendente sobre su vida privada. Durante la charla, Cayetana Guillén Cuervo enseñó varios de sus objetos preferidos, entre ellos un vibrador con control remoto, lo que la llevó a relatar una experiencia curiosa. 

"Lo he probado en público. Mi acompañante llevaba el mando y yo era una especie de cosa frita. Eso no paraba y ya ni cené", contaba entre risas. Broncano, fiel a su humor característico, respondió al instante: "Vas con eso a un museo y los cuadros realistas los ves abstractos". "Mola hablar de estas cosas sin prejuicios. Esto es maravilloso", decía la actriz, destacando el clima de libertad y buen rollo que se respiraba en plató.

La conversación continuó sin ningún tipo de pudor, incluyendo revelaciones inesperadas del propio Broncano, quien admitió haber utilizado diferentes juguetes sexuales y, más animado, narró una anécdota divertida vivida junto a una antigua pareja: "Yo tenía un vibrador que se controlaba por Internet. Mi pareja de ese momento lo podía llevar en Polonia y le daba un golpecillo". Su comentario, contado en tono humorístico, dejó a Guillén Cuervo completamente sorprendida y provocó la ovación del público.

A lo largo de la entrevista, la actriz aprovechó para profundizar en varios de los temas de educación sexual que aborda en su pódcast. Con la ayuda de un peluche anatómico, detalló las partes de la vulva y subrayó la importancia de desterrar creencias erróneas. 

"Todas somos clitorianas. No existe el orgasmo vaginal porque no hay terminaciones nerviosas". También habló sobre la llamada brecha orgásmica, recordando que mientras alrededor del 95% de los hombres heterosexuales alcanza el orgasmo, el porcentaje baja al 65% en mujeres heterosexuales. Para finalizar, insistió en un mensaje de autocuidado: "Hay que escucharse y quererse un poco más".