Piscina climatizada, gimnasio 5 estrellas, campo de fútbol... No, no hablamos de un instituto privado, sino de la cárcel de Archidona (Málaga), conocida popularmente como "El Palacio". Allí ha sido trasladado Miguel Carcaño, asesino de Marta del Castillo, tras requisarle varios objetos prohibidos en la prisión que estaba anteriormente.

Más que un castigo por incumplir las normas, el traslado parece un regalo, una especie de premio por hacer las cosas mal. Tan surrealista como cierto. Programas como En boca de todos, Código diez o Espejo público han contactado con Eva Casanueva, madre de Marta, quien se ha quejado de las nuevas condiciones de vida del hombre que acabó con la vida de su hija mayor y cuyo cuerpo nunca fue encontrado.

"Por un lado estoy contenta porque lo que yo pedía era que lo cambiasen de prisión, porque él se había acomodado mucho en Herrera de la Mancha y por eso disfrutaba de los privilegios que estaba disfrutando. Lo que ya no estoy tan contenta es porque me he informado un poquito de la prisión a la que lo van a mandar y, más que un castigo, parece un premio lo que le han dado. No entiendo cómo una persona que ha aprovechado privilegios va a ser trasladada a una cárcel mejor. ¿Qué estamos aprendiendo con este sistema?", comentaba Eva.

Los motivos del traslado de Carcaño

El traslado de Carcaño se produce tras las denuncias públicas sobre los privilegios que disfrutaba en Herrera de la Mancha, incluyendo acceso a móviles y tablet hasta 110 cajetillas de tabaco, según ha explicado un excompañero de celda.

Recordamos que, el asesino de Marta, lleva 16 años sin revelar dónde está el cuerpo de la joven. Su día a día transcurría entre rejas, en la cárcel de Herrera de la Mancha, sin grandes complicaciones. Trabajaba como panadero, oficio por el recibía unos 500 euros, además de cotizar en la seguridad social. Llegó incluso a compartir celda con José Bretón, el asesino de sus propios hijos, Ruth y José. 

Tanto la familia de Marta como el resto de la sociedad, se han echado las manos a la cabeza tras descubrir que disponía de wifi, móvil y que incluso llegó a trapichear con viagra. Habría sido una funcionaria con la que tiene una relación muy estrecha la encargada de proporcionarle todos estos privilegios durante el último año.

“Cuando nosotros nos enteramos no dábamos crédito. Una cosa es trapichear con tabaco, incluso con droga, pero que tenga unos aparatos que eso no se puede esconder en una celda, eso se ve a simple vista, eso ya es más fuerte”, ha dicho la madre de Marta, indignada.

Todo parece indicar que Carcaño cumplirá su condena de forma íntegra, por lo que será puesto en libertad en 2030, cuando cumpla 40 años y tras pasar más de dos décadas en prisión. Para los padres de Marta, que todavía no han podido despedirse de su hija en condiciones, este castigo jamás les parecerá suficiente.