Frank Cuesta se recupera del ataque de una cobra que pudo haberle costado la vida
El naturalista se encuentra en casa y fuera de peligro tras sufrir en sus ojos el ataque de una cobra escupidora
Frank Cuesta con la cara hinchada en el hospital tras el ataque de la cobra.
Frank Cuesta, el popular naturalista y youtuber español que lleva años residiendo en Tailandia, ha recibido el alta hospitalaria tras pasar 24 horas ingresado por el impacto del veneno de una cobra escupidora. El suceso ha despertado gran interés entre sus seguidores, que han mostrado preocupación por su estado de salud en redes sociales.
El propio Cuesta confirmó a la agencia EFE que ya se encuentra en casa y fuera de peligro: "Salí ayer del hospital tras permanecer 24 horas en observación para asegurarse que el veneno no ha llegado a la sangre", declaró. Aunque la inflamación ocular ha remitido, deberá seguir un tratamiento a base de colirios y cremas durante las próximas dos semanas, antes de acudir al oftalmólogo para una revisión más completa.
Frank Cuesta
El incidente tuvo lugar en el santuario de animales que Frank regenta en Tailandia. Todo comenzó cuando una persona se acercó a las puertas del refugio para alertar de la presencia de una serpiente. Al acudir a capturarla, creyó que se trataba de una cobra monócula, una especie similar pero inofensiva en cuanto a la capacidad de escupir veneno. Sin embargo, el animal resultó ser una cobra escupidora, que lanzó su toxina directamente hacia los ojos del español.
Este tipo de serpiente puede causar desde una simple irritación hasta ceguera, e incluso la muerte si el veneno entra en el torrente sanguíneo a través del lagrimal. Afortunadamente, no ha sido el caso de Frank.
Los problemas de Frank con la justicia
Frank Cuesta junto a su exmujer Yuyee
El suceso se produce en un contexto complicado para el naturalista. Desde marzo, se encuentra en libertad bajo fianza tras ser acusado por el Tribunal Provincial de Kanchanaburi de presunta posesión ilegal de fauna salvaje protegida. Una denuncia ante la Policía tailandesa motivó una redada en su propiedad, donde se incautaron diez animales, entre ellos nueve nutrias de uñas pequeñas y una pitón pico de pato, sin documentación oficial que acreditase su procedencia legal.
Las autoridades tailandesas recuerdan que este tipo de delitos pueden conllevar penas de multa, cárcel o ambas, en función de la gravedad del caso.
