Los últimos acontecimientos han conmovido a todos en La Promesa. Jana ha muerto tras el disparo y la marquesa ha abandonado el palacio detenida por el asesinato de la esposa de Manuel. Este parece que ha tomado una decisión: marchar a Milán solo. Alonso, por su parte, ha recibido una carta de la Casa Real muy preocupante: tras haber salido a la luz el verdadero parentesco que guarda con Curro, el señorito debe abandonar el palacio.

En el capítulo de esta tarde, Pía promete a Curro ayudarle a descubrir quién remató a su hermana. Sin embargo, el capitán no para de ponérselo difícil y el muchacho se reporta a los mayordomos, que se dan por advertidos. Manuel se desahoga con los ancianos y les cuenta los últimos momentos de su difunta esposa. Alonso convence a Leocadia de que se quede en La Promesa y esta convierte a Petra en su nueva aliada.

María Fernández no termina de encontrarse y se lleva una bronca de Petra, que amenaza con despedirla. Candela lamenta que Antoñito se haya ido del refugio y disimulan frente a Simona. Pía se molesta con Ricardo por haber acompañado a Ana a empadronarse como si fuera su esposo y Catalina recibe una sorprendente visita.

La inesperada visita de Adriano no tiene el efecto esperado en Catalina, que sigue con la cabeza puesta en sacar adelante el acuerdo con los arrendatarios. Curro y Pía forman una alianza para buscar respuestas y tratar de averiguar quién acabó con la vida de Jana. A Petra se le agota la paciencia con María Fernández y decide cumplir su amenaza de despedirla.

Leocadia decide quedarse en La Promesa, así que Lorenzo busca la complicidad con la señora en un frente común: hacerle la vida imposible a Curro. Antoñito parece desaparecido, pero está mucho más cerca de lo que Lope se puede imaginar.