Aunque ayer se les explicaba a los niños que en los talleres construían escudos y espadas que “los mejores romanos eran los que no luchaban”, lo cierto es que si algo tienen los miembros de Agenda Verde es su espíritu luchador. Su objetivo no es conquistar ningún país, sino poner en valor la Ribera de la Algaida. Sus armas, la cultura, la conservación del entorno natural y, sobre todo, la información.

Porque “sólo se puede defender lo que se conoce”- tal como afirmaban los colectivos en un manifiesto-. Por eso, la jornada de celebración del 150 aniversario del descubrimiento del yacimiento de Turaniana comenzó con una sesión técnica en el IES El Parador. Medio centenar de personas pudieron escuchar la historia del descubrimiento y el recorrido que ha tenido Turaniana desde entonces gracias al arqueóogo Lorenzo Cara; bucearon en la vida y obra de Miguel de Villanueva, la primera persona que estudió el espacio, de la mano de Gabriel Cara, y pusieron en común ideas y propuestas para salvar la zona, guiados por el proyecto expuesto por la arquitecta Marina Morón. De las sesiones, los organizadores destacaban “la participación activa de los asistentes”, según Rocío Jiménez, de Ecologistas en Acción y portavoz de la actividad ‘Re-vive la Ribera de la Algaida’ junto a Pilar Barberá, de Posidonia.

Prácticas

Entre las propuestas concretas, la construcción de un centro de poco impacto paisajístico en Las Salinas de San Rafael para el desarrollo de biodiésel a partir de microalgas, proyecto incluido en el estudio de Morón. En cuanto al yacimiento, cuartelillo de los carabineros podría habilitarse como zona de interpretación, mientras que Unidos por Turaniana plantea la conversión del yacimiento en un espacio para prácticas de arqueología, cuyos participantes se alojarían en el campamento Juan de Austria.

“El único gasto sería un director del proyecto y, aunque el yacimiento se excavaría y vovería a tapar, se podría ir estudiando”, dicen.

Por la tarde, junto al sendero Puerta Verde, los componentes de Agenda Verde se visitieron de romanos e informaron a los paseantes y ciclistas. “Se trata de un lugar único en la costa almeriense, un privilegio (...) Miles de personas pasean por este paraje y sin embargo pocas conocen sus valores”. Y contra este desconocimiento seguirá luchando este ‘ejército’, especialmente este año.