De la catedral de Almería a la de Santiago de Compostela. Menos conocidos que otros caminos de Santiago más populares como el Francés, que parte desde Saint Jean Pied de Port (Francia), o el Primitivo, con inicio desde Oviedo (Asturias), la provincia de Almería es punto de partida de otras dos rutas que tienen el mismo destino: la tumba del Apóstol.

Son los caminos Mozárabe y del Argar. El primero de ellos ha sido el elegido por tres peregrinos japoneses que han iniciado su camino en los últimos días y que hicieron su primera parada en Huércal de Almería, siendo este el primer municipio de paso de esta ruta, que atraviesa la carretera de Torrecárdenas, la carretera de Almería, la calle Real y la calle del Pueblo antes de continuar por el Camino Real hacia Pechina. 

El camino pasa así por núcleos de población huercalenses como el barrio de La Fuensanta, las urbanizaciones de Villa Inés, El Cercado o Las Mascaranas, el centro histórico o Recinto Ferial. 

La Ruta Mozárabe recorre en la provincia los valles del Andarax y Nacimiento, por los municipios de Huércal de Almería, Pechina, Rioja, Gádor, Santa Fe de Mondújar, Alhabia, Alsodux, Santa Cruz de Marchena, Alboloduy, Nacimiento, Las Tres Villas, Abla, Abrucena y Fiñana. 

Según los datos de la Asociación Jacobea de Almería-Granada Camino Mozárabe, son cerca de 1.000 los peregrinos que realizan cada año el recorrido con salida en Almería.

Las etapas en suelo almeriense se dividen en cuatro: Almería-Rioja, Rioja-Alboloduy, Alboloduy-Abla y una cuarta que parte desde Abla y llega a Huéneja, ya en la provincia de Granada. 

En Almería existen albergues para peregrinos en Rioja (El Mozárabe), Santa Cruz de Marchena (Azahar), Alboloduy (Casa del Médico San Roque), Las Tres Villas (La Escuela, en Ocaña), y Abla (Wolf).

El camino continúa luego por Granada, Jaén y Córdoba, llegando hasta la provincia de Badajoz y de allí a las de Cáceres, Salamanca, Zamora y León, para adentrarse en tierras gallegas hasta su capital. 

Otros puntos de partida de este camino mozárabe los encontramos en las provincias de Málaga o Jaén, encontrándose todos ellos en la localidad de Baena (Córdoba).