El IES Sabinar ha dado el adiós definitivo a sus aulas prefabricadas, pero también a las instalaciones obsoletas, a la consejería en mitad de la entrada, al suelo, a la falta de espacio... El edificio bulle en actividad y así continuará los próximos meses para comenzar elcurso totalmente reformado, con un edificio nuevo anexo al principal, un hall diáfano y la sustitución de gran parte de sus cuartos de baño y del pavimento.

“Gracias a la obra vamos a poder contar con todos los talleres necesarios en un centro de Secundaria y Bachillerato”, decía ayer el director, Juan Iniesta. El equipo directivo trabaja este mes en un barracón independiente, mientras más deuna veintena de profesionales se afanan en todos los rincones del edificio principal. “Sólo electricistas somos seis, imagínate”, decía uno de los obreros.

Y precisamente ayer se recibía la visita de la dirección de obra y de representantes de la Consejería de Educación, responsables de que el centro más antiguo del municipio, que tuvo la reforma parada por la quiebra de la anterior empresa adjudicataria, pueda por fin hacer realidad su ampliación y reforma.

Al igual que el Sabinar, otros centros roqueteros esperan la llegada de las inversiones del Plan Ola de la Junta, que tiene previstas actuaciones en seis de ellos.

A las espaldas del Instituto, el colegio Juan de Orea es el que las ha recibido con mayor expectación, después de años de reivindicaciones. Además, la Comisión de Planificación y seguimiento del Plan de Choque de la Junta incluye entre las inversiones previstas la ampliación de los CEIP Arco Iris y Blas Infante de Aguadulce, la reforma, mejoras y modernización en el CEIP Torrequebrada, y la construcción de un nuevo colegio en Las Marinas.