Un espectáculo único y sobrecogedor. La berrea del ciervo es un fenómeno natural que marca el inicio de la temporada de celo de estos animales y que se ha convertido en un atractivo ecoturístico.

"La berrea es el nombre que recibe el periodo de celo de los ciervos, en el cual los machos emiten potentes bramidos para atraer a las hembras y marcar su territorio ante otros machos competidores. Estos rugidos resonantes, que se escuchan principalmente al amanecer y al atardecer, son el preludio de impresionantes combates entre los machos que pelean por el derecho a reproducirse. Las luchas, que pueden durar varios minutos, se caracterizan por el choque de las cornamentas de los ciervos, produciendo un espectáculo que, aunque imponente, raramente termina con consecuencias fatales", explican desde de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente.

Dónde están presentes los ciervos en Almería

La población de ciervos en la Sierra de Los Filabres es, con diferencia, la más numerosa y extensa de la provincia de Almería. "Tras unos años complicados de sequía y alguna enfermedad, se estima que en esta zona del territorio almeriense fluctúa entre 1.600-2.000 ejemplares, teniendo en cuenta todas las clases de edades y ambos sexos. La proporción de sexos está claramente dominada por las hembras, en una proporción de 1 macho por cada 3 hembras aproximadamente", detalla la Junta de Andalucía.

También hay que destacar que estos animales también están presentes en otros puntos de la provincia como la Sierra de Estancias, Los Vélez, Sierra Nevada, Sierra Alhamilla e, incluso, en el Desierto de Tabernas. Es más, hace unos meses, la Sociedad para el Estudio y Recuperación de la Biodiversidad en Almería (Serbal) captaba unas imágenes de la presencia de dos hembras en un espartal-tomillar en el término municipal de Sorbas, muy cerca del pueblo. 

Dentro de la Sierra de Los Filabres, cualquier zona en principio es idónea para escuchar la berrea siempre que sea el momento de celo adecuado. Pero, en general, zonas como El Toril, La Merendera, Calar Alto, El Cortijo del Conde o Arroyo Berruga, suelen ser zonas muy activas durante la berrea.

El periodo de berrea comienza cada año en fechas diferentes dependiendo de la meteorología, pero coincide año tras año con los primeros días de septiembre y se extiende hasta principios de octubre. En cada zona varía. "Por ejemplo, en la solana de la sierra es diferente a la umbría y luego depende también de la disponibilidad de comida de cada sitio para que las ciervas ovulen", explica la Administración autonómica. La época central de la berrea suele coincidir entre el 14-15 de septiembre y el 25-26 de ese mismo mes, coincidiendo con el final del verano y el inicio del otoño.

Los montes públicos de titularidad autonómica en la Sierra de Los Filabres (más de 37.000 hectáreas en 25 municipios) están gestionados por la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente, a través de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía (AMAYA), mediante un plan de gestión integral que tiene como objetivo potenciar la conservación, uso y aprovechamiento de los montes a través de una gestión integral que persigue su sostenibilidad ambiental, social y económica. El aprovechamiento cinegético se desarrolla por personal especializado en gestión cinegética de la Junta de Andalucía compuesto por personal técnico y guardas de caza que llevan a cabo la labor de gestión, realizando tareas de seguimiento de especies cinegéticas y no cinegéticas (censos), mejora de hábitats, toma de muestras para el control sanitario de las poblaciones de especies cinegéticas y, sobre todo, control del furtivismo y organización de cacerías (monterías y batidas, recechos de ciervo, cabra montés y jabalí, aguardos de jabalí y jornadas de perdiz con reclamo macho) en los cotos de titularidad pública gestionados por la Consejería de Sostenibilidad, que suponen casi 22.000 hectáreas, repartidas en seis cotos.

En qué consiste la berrea del ciervo

Es con la llegada del mes de septiembre y con la bajada de las temperaturas cuando comienzan a oírse los primeros berridos del ciervo en la Sierra de Los Filabres. "Las ciervas, ante las primeras lluvias y la posibilidad de que broten pastos frescos tras la sequía estival, comienzan a ovular y entrar en celo. Este hecho hace que los ciervos macho perciban las feromonas que desprenden las hembras y empiecen a querer controlar un terreno determinado para poder cubrir las ciervas que en ese terreno se encuentren", especifica Medio Ambiente.

Comienzan entonces las luchas por el territorio entre los machos más dominantes, produciéndose una selección natural que hará que el ciervo más preparado será el que transmita sus genes a la próxima generación.

En esta época, los machos de ciervo están sometidos a un estrés considerable. Pierden muchos kilos de peso, debido a que a veces no tienen casi tiempo ni de comer al estar defendiendo su parcela.

En los denominados recechos de ciervo, los guardas de caza acompañan a los cazadores agraciados en la subasta o sorteo público y, como conocedores de la sierra, acompañan a los lugares idóneos para la caza, eligen el animal en concreto en función de la categoría asignada al cazador (hembra, selectivo, representativo, trofeo, etc) y guían, controlan y auxilian a dicho cazador para llevar a cabo el rececho con garantía.

"Por poner en perspectiva la magnitud del desempeño del equipo de gestión cinegética, a lo largo de la temporada cinegética, pasarán por la Sierra de Los Filabres unos 6.000 cazadores que el equipo de gestión cinegética de la agencia AMAYA tendrá que gestionar adecuadamente para cumplir con los permisos de caza ofertados en la Oferta Pública de Caza de Andalucía y que todo se realice conforme a la legalidad y a los criterios marcados de antemano", destaca la Junta de Andalucía.