La Secretaría General de Consumo de la Junta de Andalucía realiza una campaña de vigilancia y control de la calidad de productos industriales no alimentarios. Según indica la Delegación del Gobierno en Almería, en la provincia se van a realizar en los próximos meses un centenar inspecciones en comercios dedicadas a la venta de estos productos. En el conjunto de la comunidad autónoma esta cifra asciende a 700.

Los inspectores se centrarán esencialmente en el etiquetado, con tres objetivos distintos. “Se pretende verificar que el etiquetado de dichos productos contiene los requisitos mismos exigidos, comprobar la calidad y seguridad de dichos productos a través de los ensayos oportunos y adoptar las medidas preventivas y/o sancionadoras que procedan en caso de incumplimiento de la norma”, señala la Delegación del Gobierno de la Junta en Almería.

De momento,  el servicio de Consumo de Almería  proyecta unos 80 análisis sobre en ferreterías, herramientas y cuchillería, materiales de fontanería, fotografía y óptica, bisutería. Además, se prevén otros controles en productos usados en la automoción como cintas de agarre y sobre  pequeños electrodomésticos.

Las inspecciones se llevan a cabo en establecimientos en los que se venden estos productos, prestando especial atención a tiendas tipo bazar y a aquellas que ofrecen estos productos a precio reducido. Se desarrollarán hasta diciembre y forman parte de las actuaciones que realiza la Junta de Andalucía a lo largo del año para garantizar la protección de los consumidores y usuarios.

Textiles

Consumo tomará también muestras de gafas de sol, camisetas con estampaciones plastificadas, cintas de amarre para vehículos y tejidos de rizo como toallas y albornoces, entre otros. Los productos se remitirán para su análisis al Centro de Investigación y Control de Calidad, dependiente del Instituto Nacional de Consumo.

En el supuesto de detectarse irregularidades que pudieran afectar a la salud o seguridad de los consumidores se valorará el riesgo y, en su caso, se incluirá en la Red de Alerta de Productos de Consumo. Éste es un sistema de intercambio rápido para la comunicación e información por vía telemática, dirigida a la detección y localización de productos inseguros. Las comunidades autónomas, el Instituto Nacional de Consumo (INC) y la Unión Europea son los tres niveles en los que funciona esta red.

El año pasado se tomaron 14 muestras de textiles y electrodomésticos en la provincia de Almería y 13 de ellas detectaron irregularidades, según estadísticas de Consumo. Hasta la fecha se han tramitado seis expedientes sancionadores. Además, se localizaron en cuatro bazares aparellaje eléctrico irregular, cuyo uso era peligroso para los ciudadanos.

Según la Secretaría General de Consumo, los principales incumplimientos detectados en el análisis del etiquetado son la falta de indicación del domicilio de la empresa responsable (18,6 por ciento) y de los datos de composición del producto que deben figurar en la etiqueta (18,1 por ciento).Asimismo, el 11,5 por ciento de los productos examinados no identifican al responsable; el 11,3% no indican correctamente las instrucciones, advertencias o consejos para su uso, instalación, mantenimiento y manejo.

Consejos

La Secretaría General de Consumo recomienda que, antes de adquirir un producto, se lea detenidamente el etiquetado para asegurarse de que es correcto. La información debe ser visible, legible, comprensible, e imborrable, además de figurar en castellano y en un lugar destacado.

Consumo recomienda igualmente no comprar juguetes ni material eléctrico si sobre el artículo o en su envase no figuran las siglas CE, así como tener especial cuidado con las advertencias de seguridad y las instrucciones de uso. La Junta recuerda igualmente que para cualquier reclamación, devolución o cambio del producto es necesario presentar el ticket o factura de compra. Los establecimientos están obligados a disponer de hojas de quejas y reclamaciones.