José Juan Ramos, alcalde de Arboleas, podrá abandonar la Alcaldía en unos días con la cabeza bien alta. Al menos, en lo que a servicios hídricos para sus vecinos se refiere. Y es que, el regidor arboleano que tendrá que pasar la vara de mando a su compañera del Gobierno local el próximo 17 de junio, acaba de solucionar un problema histórico. 

Durante años, los vecinos de dos pequeñas pedanías almerienses han estado viviendo rodeados de malos olores, residuos rebosando cerca de sus casas, mosquitos y el temor constante a un problema de salud pública. Mientras tanto, el saneamiento seguía sin completarse y el coste de esta situación se multiplicaba. Pero esto, más de 15 años después, por fin, está a punto de terminar.

El municipio de Arboleas ha puesto en marcha una depuradora compacta que dará servicio a las barriadas de La Cinta y El Rincón, donde habitan alrededor de unas 800 personas en total, y está a apenas unos días de ser una realidad.

Esta actuación pone fin a una situación que era insostenible: durante más de una década, estas zonas contaban con redes de saneamiento construidas pero inoperativas por ola falta de una planta de tratamiento de aguas residuales. Esto obligaba al Ayuntamiento a recorrer de forma continua a soluciones provisionales: “Teníamos que estar cada semana mandando un camión cisterna para la extracción de estos residuos y era un coste bastante elevado” ha explicado el alcalde de Arboleas, José Juan Ramos.

Pero las consecuencias iban mucho más allá de lo económico. “Era un problema de salud, porque aquello rebosaba, estaba muy próximo a las casas y había malos olores, mosquitos… un problema bastante importante” señala el alcalde.

Precisamente por eso, “estoy muy contento con este proyecto que ya es una realidad y va a solventar el problema de agua residuales y de alcantarillado de estas dos pedanías”. Este tipo de actuaciones eran los objetivos prioritarios de este equipo de gobierno: “las actuaciones de urgencia”.

La depuradora – que ha sido diseñada como una planta compacta de aireación prolongada – incluye sistemas de desbaste, separados de grasas, homogeneizador y reactor. El agua, una vez tratada hasta en un 95%, será vertida al cauce público del río Almanzora en condiciones óptimas. Todo esto ha supuesto una inversión de 207.484 euros asumida con los fondos propios del Ayuntamiento.

Esta intervención también pone fin a una histórica reivindicación vecinal y contribuya “a la protección de nuestros cauces y aguas procedentes de fuentes naturales, mejorando su calidad y evitando contaminaciones indeseadas”.

La planta de La Cinta y El Rincón ya está prácticamente lista, a falta de ultimar unos pequeños detalles, ya está instalada y comenzará a funcionar en un plazo de “10 o 15 días” tal y como ha asegurado Ramos.