El Gobierno ha anunciado para el primer trimestre de este nuevo año la licitación del tercer carril ferroviario del Corredor Mediterráneo, una obra a la que destinará 1.400 millones de euros. Sin embargo, esa mejora en el desarrollo de infraestructuras ferroviarias se extenderá desde la frontera francesa hasta Murcia, sin cotinuidad en Almería, a pesar de tratarse de una provincia incluida en ese proyecto europeo de eje ferroviario.
La consejera de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía, Elena Cortés, ponía ayer el grito en el cielo por lo que considera “una desvergüenza y una desfachatez” del Gobierno central que, a su juicio, se ha dejado influir en su decisión por el lobby portuario valenciano-barcelonés, muy interesado en mejorar la logística de sus puertos.
Rebeldía en las calles
Cortés no sólo criticaba al Gobierno, sino que ponía en tela de juicio su decisión y pedía una respuesta contundente a esa marginación con Almería y con el resto de Andalucía porque entiende que “nos ata de pies y manos para que no podamos avanzar en nuestro desarrollo en igualdad de condiciones con otras regiones”.
Por esa razón hace un llamamiento a la adopción de respuestas “contundentes”, entre ellas la expresión de una rebeldía que debería reflejarse tanto en las calles como en las instituciones “porque esta exclusión cercena posibilidades de inversión y creación de empleo”.
La consejera considera que la llegada del ferrocarril, y sobre todo la conexión con los puertos andaluces, son cuestiones de vital importancia para el desarrollo económico de la comunidad, “cuyos puertos sólo en los seis primeros meses del año pasado crecieron un 20 por ciento y registran todos los ejercicios prácticamente el doble de tráfico de mercancías que los de Cataluña o la Comunidad Valenciana”.
Por eso entiende que dejar a Almería y a Andalucía fuera de los planes de futuro del Corredor Mediterráneo estrangula la pujanza de los puertos comerciales andaluces, justo en un momento en que están en aumento las rutas marítimas que conectan Asia, Europa, África y América.
Ese incremento de actividad se ha hecho evidente en Almería y en puertos como Algeciras, Cádiz o Málaga gracias a la mejora constante de sus infraestructuras, lo que ha llevado a la Junta a poner en marcha proyectos de nuevas áreas logísticas en algunas de estas provincias, entre ellas la de Almería, en busca de mejorar la intermodalidad de un transporte que precisa de mejores ferrocarriles para poder competir con éxito con el resto de puertos.