El secretario general del PSOE de Roquetas de Mar, Juan Miguel López, ha pedido al alcalde roquetero y presidente del Partido Popular en Almería, Gabriel Amat, que inste al Ayuntamiento de la capital a que ponga en funcionamiento su desaladora, que en la actualidad está al 20%, para evitar, según ha señalado, la sobreexplotación de los acuíferos del Poniente, en concreto, de los pozos de Bernal, de donde se abastece en la actualidad Almería capital.

Una petición que el PSOE también la ha trasladado al Ayuntamiento de Roquetas a través de una moción.
López ha destacado las consecuencias que para la calidad del agua conlleva esta situación. “Los pozos están sobreexplotados. El agua que se está extrayendo tiene unos contenidos en sales y cloruros muy elevados, que la hacen estar en el límite de salubridad”, apuntó ayer. Por ello, el PSOE pidió que el Ayuntamiento de Almería tome las medidas oportunas para dejar de extraer agua de los pozos de la rambla Bernal, “lo que mejoraría la situación del acuífero del Poniente y la calidad del agua que reciben los vecinos”, señaló Juan Miguel López.

Una necesidad, según el PSOE, no sólo para el consumo humano sino también para la agricultura y el turismo de la comarca. “Si no actuamos ahora tendremos graves problemas en el futuro, ya que los acuíferos del Poniente están en una situación límite y sobreexplotados”, apuntó el secretario general del PSOE.

“Aporte extraordinario”
En la actualidad, el abastecimiento de agua del municipio de  Roquetas y, sobre todo, en la época estival es “deficitario y necesita mayor aporte de otros pozos”.  “Roquetas necesitaría ahora mismo un aporte extraordinario de entre ocho y once hectómetros cúbicos para no tener problemas en breve”.

El PSOE recordó que en los años noventa, a través de un decreto de urgencia de la Junta de Andalucía, se hicieron unos pozos en el paraje Bernal para “de una manera transitoria” abastecer a la ciudad de Almería. Una extracción que tenía que producirse mientras Almería no tuviese la cantidad de agua suficiente para abastecer su población. “En el 2003 se construyó la desaladora de Almería para evitar lo que ahora mismo está ocurriendo, una sobreexplotación del acuífero del Poniente. Sólo funciona al 20%, después de una inversión de más de 47 millones”, señaló, a la vez que apuntó que si la capital dejara de extraer agua de esta zona del Poniente los acuíferos se regenerarían y mejoraría la calidad del agua.

Por su parte, el vicepresidente de la Diputación y concejal en el Ayuntamiento de la capital, Javier Aureliano García, señaló ayer que su partido no quiere hacer una guerra con el agua. “Hay que repartirse el agua, lo que le sobra a unos tiene que llegarle a los otros”, afirmó.

“A Almería capital nadie le tiene que dar lecciones de solidaridad, de hecho, ya da agua a algunos pueblos del Bajo Andarax”, comentó ayer también el secretario general del PP.