El presidente de Cajamar Caja Rural, Juan de la Cruz Cárdenas, ha asegurado este martes que la entidad "supera el corte" y "nace sana" tras la absorción de la valenciana Ruralcaja pese a que Cajamar ha acordado "soportar con nuestros propios medios" el coste del rescate y rechazar la ayuda del Banco de España "por el riesgo reputacional que conllevaba", según ha revelado.

Durante su intervención ante los 273 delegados que han asistido en Vícar a la asamblea general extraordinaria en representación de más de un millón de socios, Cárdenas ha indicado que, en el proceso de fusión, los reales decretos impulsados por el Gobierno para el saneamiento del sistema financiero, provocaron que Ruralcaja y el Grupo CRM quedasen "fuera del sistema por su falta de solvencia".

Ante esta situación, "en un intento de ayudar a la operación", según ha trasladado, el Banco de España "llegó a poner sobre la mesa" la posibilidad de que el FROB colaborase con apoyo a la recapitalización de Ruralcaja para la fusión. "Esa opción ha estado viva todo este tiempo, hasta que el Consejo Rector de Cajamar, en este mismo mes de diciembre, optó por rechazarla por el riesgo reputacional que conllevaba, acordando soportar por nuestros propios medios el coste del mencionado rescate de Ruralcaja", ha remarcado.

Cárdenas, quien ha dado cuenta de los acontecimientos sobrevenidos entre el mes de enero, cuando las asambleas de Cajamar Caja Rural y de Ruralcaja aprobaron el proyecto, y el pasado 12 de noviembre, fecha en la que tomó posesión el consejo rector tras la firma e inscripción de la escritura de fusión, ha recordado que el acuerdo inicialmente aprobado y anterior a este cambio de escenario suponía fusión entre entidades similares, aunque de distinto tamaño.

"Durante este proceso ha quedado claro que Cajamar sobrevive, supera el corte y permanece entre las entidades sanas, mientras que Ruralcaja y el Grupo CRM quedaban fuera del sistema por su falta de solvencia", lo que, según ha subrayado, obligó a reconsiderar el acuerdo de fusión y plantearse incluso "deshacer lo andado y que cada grupo siguiera su camino".

Al hilo de esto, ha celebrado el diálogo "abierto y franco" entre las partes, con la intervención asimismo del Banco de España que permitió a Cajamar concluir "que la mejor opción era seguir adelante aunque dado que ya se trataba de un rescate en lugar de una fusión, obviando los acuerdos particulares, incluido el periodo transitorio recogido en el pacto anterior", según ha precisado.

Cárdenas ha reconocido que la decisión "conlleva un esfuerzo adicional" para la gestión de la nueva entidad aunque se ha mostrado convencido de que "refuerza su liderazgo en el sector de cajas rurales, y su imagen como referente claro a nivel nacional en economía social y en el sector agroalimentario".

"El nuevo compromiso de la Cajamar se concreta únicamente en que la calidad, el nivel de servicio y la proximidad a los socios y clientes de la Comunidad Valenciana será lo que les hará sentir a esta entidad como algo propio", ha concluido.

Por su parte, el vicepresidente primero y consejero delegado, Manuel Yebra Sola, ha dado a conocer los principales datos y magnitudes con los que parte la nueva Cajamar Caja Rural y ha adelantado que asumir el déficit de capital principal de Ruralcaja "ha tensionado la situación de partida de la nueva entidad, haciendo necesaria la puesta en valor de las reservas y la capacidad de generación de resultados para lograr un balance saneado y solvente que cumple con los requisitos mínimos exigidos".

"Es cierto que hacerlo como lo hemos hecho, sin recurrir a ayudas públicas, en el momento de partida nos ha debilitado. Per