La vuelta al Mercado “divide el corazón” de clientes del centro
La vuelta al Mercado “divide el corazón” de clientes del centro
Los clientes están “con el corazón partío, dividido”, ríe Paco Benítez. Tendero de La Selecta, en la calle Navarro Rodrigo, comenta que la vuelta de los comerciantes al Mercado Central no ha supuesto una bajada de clientes en las tiendas que se habían abierto en los alrededores durante los años que han durado las obras. “Ahora tenemos las dos cosas, la tienda y el puesto de Francisco González en el Mercado y los clientes son fieles a nosotros, vayan a un sitio y otro”.
Esa fidelidad de la clientela la consiguieron al decidir mantener su presencia en el centro de la ciudad, al comprobar que el mercado provisional no lograba atraer a las familias que toda la vida habían acudido a los puestos del mercado. “Abrimos hace dos años y unos meses y ha ido bien muy bien”, dice el joven, que explica que, mientras La Selecta conservaba la atención a los clientes, se mantuvo el puesto en el provisional “porque si no, la ordenanza no te dejaba optar a volver al mercado nuevo”.
Una normativa de 1955
Una ordenanza que para Carmen Molina supuso un gran quebradero de cabeza. “Es del año 1955 y yo intenté que se cambiara para que pudiéramos optar a no estar en el provisional, que para los carniceros suponía demasiada inversión y ninguna ganancia, para volver a los dos años... Pero no conseguí nada”. Por eso, se asoció a Francisco Cruz y abrieron Cruz y Molina, en la calle Marqués de Comillas. “La cosa está mal para todos en todos los ámbitos, pero por ahora sobrevivimos”.
También afirma sobrevivir Isabel Espín, de la frutería Nono. Su puesto es también uno de los más antiguos del mercado, “desde los años 70, ya que era de mi suegro”, explica. Los años del mercado provisional eligieron también mantener su presencia en la carretera de Ronda, pero poder atender a su clientela de toda la vida en el centro, y que ésta no perdiera la costumbre, así que abrieron otro local en la calle Zaragoza. “Ahora mi marido está en el Mercado y yo seguiré aquí”, dice. Y de cómo van las cosas en la plaza, asegura que “por ahora hay poca gente, pero también ha coincidido con los meses de verano”, así que espera que a partir de septiembre se anime la clientela.
Sin embargo, justo a su lado, la pescadería L. Flores vuelve al mercado sin mantener la tienda. “Las pescaderías funcionan distinto, hay más tradición en los clientes de ir a la plaza”, dice.