El Ayuntamiento ha intensificado los tratamientos contra mosquitos que comenzó a finales de febrero  y que ha intensificado con tres fumigaciones semanales por todo el término municipal, incremento que se extenderá hasta finales de octubre.

El material utilizado para el control de mosquitos es de origen biológico, “respetuoso con el medio ambiente, elaborado con una bacteria, ‘Bacilus Thuringiensis’, encontrada por científicos israelitas e inocua para el hombre, para la fauna terrestre y acuícola”, informan desde le Ayuntamiento. Es muy eficaz en larvas recién eclosionadas o en sus primeras fases. Como no es frecuente que todas las larvas estén en el mismo nivel de desarrollo, es necesario repetir varias veces el tratamiento hasta conseguir romper el ciclo biológico.

Aunque la empresa contratada por el Ayuntamiento está realizando labores de control por todo el municipio, la concejal de Sanidad, Ana García, insiste en las recomendaciones de los expertos sobre la importancia de la colaboración ciudadana para que cada vecino evite tener agua estancada en ventanas, terraza o jardín. Un cubo de agua, el plato de una maceta con restos de agua, una piscina abandonada o cualquier acumulación de agua estancada, por pequeña que sea, es aprovechada por los mosquitos para depositar sus larvas y hacer más difícil la eliminación de estos insectos.