Para Laura Fernández, maestra de ‘Travesuras’ ha sido “una experiencia que jamás olvidaré”. Ella fue quien abrió la puerta a un padre que venía a recoger a su hijo y “me preguntó qué hacía ahí esa bolsa negra. La abrí y ví que había un bebé. Al leer la nota supe que era una niña. Así que la cogí, comprobé que estaba bien y le cambié el pañal”.

Laura recuerda que “la niña tenía el pelillo con sangre y el cordón umbilical todavía puesto. Pero se notaba que la madre se había preocupado por ella. LLevaba un trajecito nuevo y en vez de un pañal le había puesto una compresa”. Laura llamó de inmediato a Olga Morena, directora del centro “y ella fue quien llamó a la Policía Local”.

Ni cinco minutos tardó la Policía Local en llegar a la guardería. El director de Protección Ciudadana, José Luis Guerrero, cuenta que “en cuanto recibimos la llamada se activó el protocolo de actuación y los agentes acudieron al lugar. Fueron ellos los que llamaron a la ambulancia para que trasladaran a la niña al hospital”.

El caso de otra recién nacida
La casualidad ha querido que justo ayer se diera a conocer que la vista con jurado contra la joven que arrojó a su bebé, el 15 de marzo de 2011, desde una azotea de un edificio del centro de El Ejido se rá el próximo mes de julio.
La joven de 25 años se enfrenta a una pena de 20 años de prisión por un delito de asesinato con la agravante de parentesco después de acabar, presuntamente, con la vida de su hija.