El Ayuntamiento de Almería saca a concurso por algo más de un millón de euros el servicio de vigilancia y seguridad privada para las dependencias municipales y otras actividades organizadas por el consistorio. Desde la oposición, IU tacha la medida de “privatización” y apuesta por que la seguridad sea cubierta con agentes de la Policía Local.

El anuncio de licitación que ayer se publicaba en el BOPA no introduce nueva seguridad privada, dicen desde el equipo de gobierno, desde donde defienden que el Ayuntamiento ha contratado siempre seguridad para la vigilancia de determinados edificios públicos y dependencias municipales. La novedad radica en que, por vez primera, se hace de forma global para todas las áreas municipales y se incluye las cámaras de vigilancia.

El objetivo, abaratar un servicio que ya se da. Y es que, hasta ahora, cada área municipal contrataba una empresa de seguridad para vigilancia de edificios como el complejo deportivo de El Toyo o la supervisión del belén navideño, por ejemplo. Al salir a licitación, las empresas que quieran quedarse con el servicio pujarán y será la oferta más económica la que se lleve el contrato. Un contrato que, además, incluye una nueva figura: la de controlador.

El controlador se diferencia del vigilante en que el primero no lleva arma y puede ser más adecuado para la vigilancia de determinados actos públicos como puede ser el belén municipal o el ordenamiento de otros actos culturales.

Muy claro no lo ve, no obstante, Rafael Esteban, de IU, que tacha el anuncio del BOPA de “paso más hacia la privatización” y defiende que policías locales en segunda actividad podrían asumir esta vigilancia.