Desde el pasado mes de junio, el Hospital La Inmaculada de Huércal-Overa no sólo cuida de sus pacientes sino que mira con más atención al medio ambiente. La Delegación Territorial de Salud y Familias de la Junta de Andalucía ha implantado en este centro hospitalario la recogida de residuos orgánicos.

La iniciativa se realizará a través de dos recipientes en los que se depositan los restos orgánicos que genera el centro con el objetivo de aprovechar los biorresiduos. Se trata de los denominados contenedores marrones que deberán ser implantados en las comunidades autónomas y las entidades locales de toda España antes de enero de 2024.

Productor de residuos

El hospital ha iniciado la segregación de este tipo de residuos a propuesta del Consorcio Almanzora-Levante-Los Vélez, responsable en esta zona de la recogida y tratamiento de los residuos sólidos urbano y que en una primera fase de implantación de este sistema, solicitó la colaboración del centro hospitalario como gran productor de residuos en el ámbito geográfico de actuación del consorcio.

Desde el pasado mes de junio, el Hospital 'La Inmaculada' cuenta con dos contenedores marrones de residuos orgánicos, uno para segregar y recoger residuos de la cafetería y otro para las instalaciones de cocina. En estos contenedores se depositan los restos de alimentos cocinados, vegetales, frutas, cáscaras de huevo, frutos secos, tapones de corcho, cerillas, serrín, pequeños restos de jardinería, papel de cocina, pañuelos de papel y papel higiénico. Estas actuaciones se enmarcan dentro del compromiso del Área Sanitaria Norte con el medio ambiente, recogido en su Sistema de Gestión Ambiental, potenciando las actuaciones que redunden en un menor impacto para el medio ambiente y la salud de las personas.

Transformar en abono

El 40% del peso de los residuos urbanos es materia orgánica biodegradable, que tras ser sometida a un proceso de compostaje reduce su volumen y se transforma en abono apto para agricultura y jardinería. El compostaje es un proceso biológico por el que los microorganismos transforman los residuos orgánicos en compost o sustrato estabilizado, que no hule, y sirve como abono para las plantas. Este abono certificado para la agricultura generara un valor añadido a la  economía de la zona.