Sr. Director: Hace unos días conocí una triste noticia acerca de la muerte de bebé belga de 7 meses llamado Lucas, a causa de una desnutrición. Al parecer, los padres del pequeño fallecido decidieron proporcionarle una dieta sin gluten ni lactosa, ya que dedujeron, sin un diagnostico médico previo, que el bebé sufría varias intolerancias alimenticias. Lo que más me impacta de esta historia es que Lucas llegó a pesar 4 kilos y sus padres jamás lo llevaron a un hospital. Sin embargo, si lo trató un médico naturista de la otra punta del país. Es increíble como aún hay casos de desconfianza absoluta hacia la medicina tradicional, aun cuando está en juego la vida de terceras personas que no tienen poder de decisión. Tanto en España, como en el resto de Europa tenemos la suerte de contar con un servicio sanitario de calidad, así como especialistas médicos a los cuales podemos acudir para pedir una segunda opinión. En varios países subdesarrollados por desgracia no pueden hacer lo mismo, ¡aprovechémoslo! Seguramente los padres de Lucas han aprendido la lección, aunque ya es demasiado tarde. Descansa en paz, pequeño.