11 DE DICIEMBRE, nuestro "puente" fue arrancado de su posición, nadie lo defendió, y si lo hicieron no sirvió, igual que tampoco sirvió con el toblerone, seguramente se hacen cosas bien hechas en Almería; pero ¿cuál era la necesidad de quitarlo? Me puedo imaginar todos los recuerdos guardados y compartidos en ese puente que tanta gente sintió a sus pies o sobre sus cabezas en esos raros días de lluvia. Ese puente de unión entre ciudad jardín/zapillo y el centro de Almería, era impagable, mi queridísimo "puente", rojo como el color de las cruces de la bandera de Almería, te cambiarían el color, pero no la fortaleza con la que dominabas por encima de la estación intermodal, lugar triste que no tiene ni una cafetería dentro ya, y al lado de nuestra estación original de tren, preciosa, pero vacía como un cascarón. Para mí, ese puente era un monumento a la vida preciosa, al crecimiento personal a través de los viajes, porque siempre terminaba en ese puente de una manera u otra cuando estaba o estoy en Almería…me va a parecer que me han arrancado un trocito del corazón sin permiso y sin preaviso.