Pavor a unas terceras elecciones
A alguien interesado en que llegara la investidura de Rajoy se le ocurrió que la solución era meter miedo con unas terceras elecciones. Y así fue. De pronto todos los líderes llegaron a la conclusión de que otro plebiscito prolongaría aún más la parálisis del país, nos quedaríamos sin presupuesto y no sabríamos por el momento el techo de gasto. Además, tras lo que sucedió el 2OD y poco más tarde el 26.J, una tercera experiencia iba a valer de bien poco. Fue así como cayó sobre el PSOE la enorme responsabilidad de promover la abstención para investir a Rajoy, paso obligado para un nuevo Gobierno. En realidad, como han repetido algunos dirigentes, no se trataba tanto de apoyar al partido más corrupto de los que conocemos, como de sacar a España del bloqueo en que ha permanecido muerta diez meses. Fue en esta coyuntura cuando se comenzó a hablar en la prensa del “mal menor” ¿Por qué eran tan catastróficas las elecciones?. Nadie llegó a explicarlo con claridad, que yo sepa. Una nueva consulta hubiera hecho caer la responsabilidad sobre el elector. De este modo el PP hubiera conseguido los votos que le faltaban para gobernar sin necesidad de sacárselos al PSOE y por supuesto, sin que se produjera la fractura interna entre los militantes. El trauma ha resultado tan brutal que ya veremos cuándo el partido se pone en pie para la lucha contra las desigualdades estructurales. Muy interesantes las grabaciones de El País sobre lo que hablaban a puerta cerrada algunos del Comité Federal: “Nuestros adversarios políticos están ahí fuera esperando a que nos destrocemos entre nosotros y a que nos hundamos nosotros solos” (Patxi López) “Lo que estamos aprobando es incumplir con nuestra palabra, y creo que el camino es la reconciliación con la izquierda. No asumir de una manera catastrófica para el partido una mal entendída responsabilidad” (César Luena) “La tradición histórica del PSOE hasta la Guerra Civil es de participación directa de los militantes en las decisiones importantes. La historia está escrita. Por favor no la falseéis” (Josep Borrell). Pero aún más agudas me parecen las palabras de Manuel Rivas en una colaboración publicada en el PAIS SEMANAL bajo el título “Lo urgente es esperar”. Dice así:(Rajoy) “lleva camino de librarse de cualquier responsabilidad política en la corrupción del partido que dirige. Y lo más increíble: ha convencido a todos, adversarios incluidos, de que unas nuevas elecciones serían la mayor catástrofe de España”.