Luis Cernuda tiene un libro de poemas inolvidables  con un titulo igualmente inolvidable. Es un texto que me viene la memoria con harta frecue ncia, sobre todo en verano cuando, como en el romance del preso al que le mataron su avecilla mañanera, quisiera  evadirme del mundo que me rodea. Todas la revistas veraniegas hablan de viajes turísticos, de paisajes con nieve que seguramente no veré nunca más, de cómo sacarle gusto a la gastronomía, al campo y la comodidad de tu propia vivienda visitada por las flores. Sin embargo nada de todo esto es posible, atado como vivo al acontecer de este país que no  castiga la corrupción, que no tiene especial interés por fomentar la cultura, que cada día  que pasa es más retrógado, anodino y reaccionario. Por si faltaba algo, antes podías viajar a Europa para olvidarte de algunas cosas detestables de este país, como la boina y el bodijo colgado bajo la parra, ahora en cambio  hay que andarse con mucho cuidado porque persiguen a los migrantes, te odian como si les quitaras algo,  te tomas por refugiado en la tierra de los derechos humanos y la libre circulación de personas. Así que al menos un día he decidido tomármelo como un  terapéutico baño de olvido. Nada de política ni de pactos endiablados, nada de leer sobre la difícil investidura de Rajoy. Resulta curioso  que un presidente en funciones que acaba de ganar las elecciones generales con redoble y tambor, no tenga apenas con quien pactar . Pero ¿qué se han creído? ¿Es PP es la peste  bubónica? Libreme el cielo de entrar en el análisis de los demás partidos por aquello de  dar alguna explicación al fracaso. Todos las  formaciones tienen ahora mismo una crisis  dentro y se pelean pensando qué van hacer de aquí al final de agosto. Que si tú, que si yo; que debemos coaligarnos y pelillos a la mar, que más vale pasar a la oposición. Miren ustedes bendita desconexión. Me voy ahora mismo al campo. “En donde habite el olvido”, que diría Luis Cernuda,” Qué descansada vida/ la del que huye del mundanal ruido/ y sigue la escondida/ senda por donde han ido/ los pocos sabios que en el mundo han sido” Me bañaré en los remansos de mi niñez. Pondré el oído al canto de algunos pájaros que parecen extinguidos. Miraré la música acordada del cielo todavía con estrellas….