Imaginen esta situación: Manolo llega a su casa y se encuentra a su mujer, Paquita, acompañada en el lecho nupcial por dos vigorosos senegaleses. La escena, tan común en los chistes de trazo grueso, podría culminar en un clímax dramático en caso de que Manolo tuviera a mano un revólver, o bien podría finalizar con un inesperado giro de guión, con el pobre Manolo recibiendo, además, una bronca de su esposa. Para dar lugar a semejante final no habría más que aplicar a rajatabla el discurso oficial que emplea la Junta de Andalucía para salir del paso en caso de una cagada manifiesta. Imaginen por tanto que Paquita, tras ver a su esposo en el umbral del dormitorio, emerge entre los cuerpos de los senegaleses y, poniendo cara de aburrida, se dirige a él con estas palabras: “Mira, Manolo. Abandona ya tu discurso catastrofista, victimista y del miedo, porque aunque te cueste aceptarlo, yo he continuado avanzando en la mejora de nuestro matrimonio. Este compromiso no es sólo prioritario por mi parte, sino que además forma parte de mi apuesta global por mejorar nuestra relación, centrada en la especialización de los afectos y en la innovación de nuestros vínculos. En estos momentos, estoy negociando a la espera de retomar nuestro proyecto común cuanto antes y con las máximas garantías, porque mi intención sigue siendo la de construir un futuro común en cuanto mi disponibilidad afectiva lo permita. Las fechas y plazos, Manolo, se concretarán cuando se pueda avanzar en estos nuevos pasos que estoy dando, por lo que no serás tú el que las impongas, dentro de tu discurso puramente demagógico. Y ahora, si no te importa, estoy ocupada.” Son muchos años de milonga por parte de la Junta de Andalucía como para no conocer ya al dedillo su estilo. Así que ya lo saben: la culpa de que no haya en Almería el materno infantil prometido por la Junta en 2007… la tiene el Partido Popular. Así que todos a callar. Menos manifestaciones, menos articulitos y dejemos que la Junta de Andalucía siga jodiendo tranquilamente.