El ciudadano medio que vive pendiente de buscarse la vida cotidiana con la mirada puesta en el porvenir,     entiende cada día menos lo que está pasando en Cataluña. Palabras como desconexión, proceso , independencia, república catalana etc le suenan a choque de trenes, a estallido social. Rajoy se endurece. No permitirá que el nuevo presidente de la Generalidad juegue con la Constitución y con las leyes que se han dado los españoles. 
Puigdemont, envuelto en las recién estrenadas alegrías del cargo, dice que no quiere saber nada de España. La montaña parió un ratón, como dijo Horacio. Después de tres meses de reuniones y tanteos, l a CUP y Juntos por el sí han engendrado un monstruoso doble de Artur Mas que aún pone peor las cosas. Trenes que van y vienen por la misma vía no tardarán en encontrarse sobre el puente del río . 
Los partidos hablan de estabilidad, de unidad, de nueva política y vieja política y esto va camino de un desencuentro monumental. Recordarle a los independentistas que el proceso arranca de una ilegalidad básica no sirve de mucho porque ellos ya lo saben y si los apuras te contestan que Rajoy también es Gobierno en funciones. A mi juico aquí ha fracasado la política. Muchos años de inmovilismo no se arreglan     de un plumazo. Ahora veremos si los partidos, los de antes y los de ahora, están a la altura de las circunstancias. ¿ Por qué la izquierda no se une olvidando de momento las líneas rojas que entorpecen el acuerdo? Colau exige al PSOE un plan alternativo del referendum. Algo es algo. Por ahí se empieza. 
¿Y por qué Ciudadanos no colabora siendo, como él dice, un centro derecha alentador de propuestas de progreso? ¿ Cuándo abandonará Podemos sus tactismos de poder y se unirá a las exigencias de la izquierda de todos los tiempos, reforma democrática, programas socioeconómicos, igualdad social, salarios mejores? Respecto a Cataluña, Pedro Sánchez ha dibujado bien la hoja de ruta: “Nos une el cambio progresista para nuestro país, un cambio que reconstruya el Estado del Bienestar y ponga fin a la fractura de convivencia que hay en Cataluña”.