Ayer tuvo lugar la fiesta de la lotería. Volvieron los aires goyescos a las calles de Madrid. Desde las cinco de la madrugada familias enteras en torno al Teatro Real. Las televisiones nos ofrecieron escenas de otras civilizaciones  a la busca de sortilegios, como pasar el décimo por el lomo de un gato negro o hacer lo propio por la chepa de un desgraciado deforme.  Todo para tentar la suerte. Nuestro rico idioma encontró una frase arrancada de los tentaderos taurinos. 
Manuel Benítez El Cordobés se hizo eco de la filosofía  que podría llamar la de la solución desesperada con aquella frase famosa dedicada a su hermana: “Te hago rica o te visto de luto”. Este juego se funda con algo aparentemente tonto y es que para que gane uno, tienen que perder todos los demás. La suerte es selectiva y se comporta como una ramera de extraños y arriscados caminos. Algún gracioso suele decir que el día de la lotería es el día de la salud, porque cuando no hay premio mejor es vivir esperanzado de lo que pueda ocurrir el año que viene. Sin embargo para los de mente familiarizada con la los paradigmas modernos regidos por la lógica. Albricias. Estando escribiendo esta nota, me entero que ha caigo el gordo en Roquetas de Mar. Retiro pues todo lo que llevo escrito y felicito a los agraciados. La suerte existe. Y por lo que se ve, los astros se conjuntan para que ocurran estas cosas maravillosas. No hay que darle más vuelta. 
Muchas veces decimos que Almería sale en la prensa por noticias poco agradables, alguna vez había que romper este maleficio. Aquí tienen ustedes un titular que seguramente borrará otros hechos negros, como el de la bomba de Palomares, etc.