Hasta el infinito y más allá
“Hay miles de niños andaluces que jamás han conocido un aula de ladrillo para formarse”
Al mismo tiempo que vemos que la NASA es capaz de llevar una nave a los confines del Sistema Solar, también comprobamos que nuestra modernísima, imparable y eficaz Junta de Andalucía es incapaz de hacer un colegio en la localidad almeriense de Viator. Sí, ya sé que no es lo mismo y que existen muchas diferencias entre la llegada de la sonda espacial New Horizons a Plutón y la llegada de las nuevas aulas prefabricadas a este bonito pueblo almeriense, pero la globalidad real de las redes sociales ha unido ambas imágenes en la pantalla de mi ordenador, provocando un poderoso contraste entre ambas realidades. Quizás no hayan reparado nunca en este dato, pero lo cierto es que hay miles de niños andaluces que jamás, y digo bien jamás, han conocido un aula de ladrillo para formarse, tal como las conocimos los de mi generación. De hecho, miles de niños andaluces llevan toda la vida estudiando y aprendiendo en barracones portátiles al estilo de los que se instalarían en caso de emergencia o calamidad grave. Es decir, que en esta Andalucía de la segunda o tercera modernización, la del prodigio biotecnológico de los nichos de mercado, la de los imputs y los imasdemasí que nos cuenta a diario Canal Sur, venimos alumbrado curso a curso a una generación de andaluces educados entre paredes de contrachapado y plástico. Y todo ello sin que nadie haya llamado a Houston o a San Telmo para avisar de que tenemos un problema. Pero en Andalucía lo provisional no sólo se convierte en permanente, sino que además es saludado con metodología de desparpajo, como si de un logro estructural se tratase. Y así, hay más orgullo y satisfacción en un Consejero de Educación al principio de cada curso escolar que en el director de programas de la NASA. Pero nada de eso importa mientras podamos seguir diciendo que somos la salvaguarda de los derechos civiles y que nos unen las personas. Las risas se deben oír hasta el infinito y más allá.