Un problema añadido a los numerosos casos de corrupción y que florecen en casi todos los ámbitos del estado, a excepción de la justicia que reencarna la voluntad del pueblo en la forma y maneras de convivencia, corrigiendo el desequilibrio social y moral  que produce aquellos delitos en la sociedad, es la imagen y ejemplo para las generaciones que nos sucederán. La justicia evita que el mangoneo se convierta en modelo de comportamiento social, pero no todo intento de modelo nocivo puede ser fiscalizado por los tribunales. Hay aspectos de la convivencia que requieren de espejos para su correcto desarrollo, me refiero a la educación en la relación con los demás, amor al deporte como actividad que desarrolla el equilibro emocional , la amistad, las bases espirituales que sustentan  la vida. Aquí en Almería, hemos tenido la suerte de que profesores como Don Miguel Ramirez han pasado por nuestras vidas y por la de nuestros hijos, personificando una referencia de ejemplo moral y de orden que afortunadamente han heredado los numerosos chicos que a lo largo de una dilatada carrera en la enseñanza han pasado por sus aulas, donde Don Miguel ha enseñado, no solo el conocimiento libresco sino los valores que seguramente carecen toda aquellas personas que diariamente son protagonistas  de lamentables episodios de materialismo desmedido, afán por poseer por encima de las leyes despreciando al resto de los ciudadanos. Es por ello, y en la total y absoluta seguridad que la ley, nuestra ley, nuestra voluntad de convivencia , nuestra Constitución, se acuerde de ciudadanos como Don Miguel Ramirez para reconocer su valía durante tanto años dedicados a formar y ejemplificar lo que queremos que sean nuestros hijos.

Enhorabuena, Don Miguel