El odio territorial
Otra derivación nefasta del euroescepticismo es la xenofobia o repugnancia de todo lo extranjero. Como reticencia o simple disentimiento tal vez podría pasar, pero lo malo es cuando el odio se exacerba haciendo imposible la convivencia ciudadana. La xenofobia recuerda el mero instinto animal que impulsa al macho a señalar su territorio con sus propios orines. Todo el que atraviese está línea fronteriza, me lo como, podrían decir las fieras enseñando las uñas y los dientes. Finalizada la II Guerra mundial, tras de no pocos esfuerzos por parte de los jefes de Estado, Europa había conseguido una “ entente cordiale” en la eurozona que comenzaría con el carbón y estaba a punto de cuajar en una unidad supranacional. Las elecciones del domingo dejan el paisaje tras la batalla hecho unos zorros. Hasta en Inglaterra y en Alemania tienen éxito electoral los grupos populistas que roban votos a los partidos tradicionales. En Francia lo primero que pide Marine le Pen es salir del euro mandando Schengen al pasado y decretando mano dura contra los inmigrantes, o sea, volver a la xenofobia más feroz adobada de patrioterismo no menos bestia. Qué pensarán los veinte millones de trabajadores que hasta el momento viven en este espacio comunitario. Aquí en España parece que la primera preocupación del Gobierno es poner cuchillas aún más contantes para que no pasen a la península los subsaharianos. Las autoridades del PP se quejan de que Europa no les ayuda en esta tarea ingrata. Pues bien, ahora tienen quién les eche una mano.. Son los euroescépticos , xenófobos patrioteros, ultraderechistas antieuropeos. Los jóvenes en paro que no tienen dónde ir después de que sus propias naciones les cierren la puerta, no batirán palmas ante el auge del odio territorial que los hace extranjeros . Conocemos el dato.. Vamos por la calle, Viene de frente una persona negra. Va vestida de color. Nosotros disimulamos mirando al horizonte. No es de aquí, claro. Su mirada parece perdida. Nos preguntamos, ¿ quién será? ¿Dónde comerá y dormirá.? Bien, eso era antes. Ahora los antieuropeos les dirán no sin odio: -Vete a la selva, gorila-.