AAlguien podría indicarme, y podría en parte tener razón, que las victorias son más bien atribuibles a una persona como Gabriel Amat, que al propio Partido Popular.De todo un poco ha habido, piensa uno. Lo cierto es que el Psoe de Roquetas lleva mucho años en una espiral de destrucción interna de la que no sale, ¿es posible que a algunos no les interese esa salida?Nos hacen pensar que algo de cierto puede haber.

¿Sólo son culpables los militantes socialistas del municipio, o tiene algo que ver la dirección provincial?No la dejemos al margen. Ni Martín Soler durante su época, ni ahora Sánchez Teruel, han logrado que el Psoe de Roquetas se una en torno a un líder comprometido. Y cuando alguno aparecía, daba la impresión de que las direcciones provinciales estaban locas por mandarlo fuera del municipio. ¿Qué temían, si es que temían algo?

La última pelea interna vivida en el seno del Psoe roquetero sólo al mismo partido perjudica gravemente. ¿Qué hace o qué ha hecho el secretario provincial para acabar con una situación que aboca al Partido Socialista a seguir perdiendo las elecciones en el pueblo? Si ahora pregunta usted en las calles del municipio, muchos vecinos le dirán que la oposición al PP y a Gabriel Amat la está haciendo la coalición Izquierda Unida, mientras que el Psoe parece perdido en sus enfrentamientos, sus luchas intestinas y en los intereses partidistas y particulares de sus militantes.

No ha sido fácil ganarle en las municipales a Gabriel Amat, cierto es, pero es que tampoco se le han visto muchas ganas al Psoe de hacerlo. Y si nos atenemos a lo vivido en estas últimas semanas tampoco parece que las tengan ahora. ¿O sí? Estamos hablando del municipio más importante en lo turístico de la provincia, el segundo por población y el que ofrece mayores posibilidades de futuro.

Si el Psoe no se lo toma en serio, si va a seguir poniendo piedras en el camino de su propio partido será muy difícil que puedan levantar la copa para brindar por una victoria en las municipales. Y no es bueno para la democracia que los alcaldes y los partidos se hagan eternos en los sillones y en las administraciones.

La alternancia es sana y necesaria, pero claro, con la imagen que está dando el Psoe de Roquetas cualquiera se atreve a buscar el cambio. ¿Y los nuevos?