La Alcazaba siempre
No importa la hora que sea, me gusta a todas horas

La Alcazaba de Almería.
Dentro de mis escapadas a la ciudad de Almería ocupa un lugar preeminente mis visitas a la Alcazaba. No importa la hora que sea, me gusta a todas horas, a pesar de que esta última vez no corría el agua por las acequias y fuentes por razones de mantenimiento, pero espero que a la próxima todo esté funcionando, por el bien de los pececillos que habitan en los estanques, y también por el goce de escuchar el agua correr.
Después de disfrutar de los jardines del primer recinto y de las vistas de la ciudad y el mar, incluidos los jardines del Barranco de la Hoya, la Muralla de Jairán y el Cerro de San Cristóbal, camino por cada una de las estancias abiertas al público.
Lo primero que visito nada más entrar en el segundo recinto es el Aljibe Califal, me asombra ese espacio y el sistema árabe de recogida de aguas de lluvia. Recorro cada rincón del aljibe, hasta les hago fotos a los arcos, naves y bóvedas, como un bello recuerdo.
Sigo caminando, y esta vez descubrí los Baños de la Tropa. Era la primera vez que los veía, según me dijeron después, hacía poco que habían sido habilitados. Me encanta llegar al tercer recinto y encontrarme con el Patio de Armas, la Torre del Homenaje, la de la Noria del Viento y la de la Pólvora. Allí acaba mi recorrido mirando por las aberturas hacia donde apuntan los cañones. Veo La Chanca y Pescadería, escucho la música flamenca que emana de alguna vivienda para expandirse por el aire que se respira. Es una sensación en la que se mezclan las raíces de la historia y de la cultura popular, sin embargo, hay algo indigno en el entorno y es la cantidad de basura que se acumula por los alrededores de estos barrios tan emblemáticos.
Estimado Ayuntamiento, rogamos respeto y dignidad para todo el territorio que rodea a este Conjunto Monumental.