No se vayan a morir de éxito, que es lo que suele ocurrir tras operaciones como la llevada a cabo por los socialistas en tierras de cármenes y aguas nevadas, si no tienen los pies en el suelo. Sánchez Teruel vuelve feliz, el Psoe de Almería ha conseguido más poder en la dirección regional del partido. Me alegro por él. Los disgustos que le ha venido dando Susana en estos meses se merecía una sutura y una sonrisa en los labios del señor Teruel. Libres son para buscar a sus mejores dirigentes, y si no fuera por la influencia que pueden tener en la vida de una provincia, en este caso y es lo que nos preocupa en la de Almería, ni una sola crítica tendría que salir de personas que no formamos parte del clan. El problema es que son esos partidos los que después van cambiado nuestra vida y algunas veces consiguen que en vez de en una amable comedia se convierta en un drama difícil de soportar.

Les felicito por el triunfo de Granada, si es que se le puede llamar así a un congreso en el que las únicas críticas sólo las ha pronunciado la adorada y venerada líder, y en la que ha dejado la sensación de los que le han precedido en la dirección de la Junta y del partido han sido unos negados de mucho cuidado. Treinta años y estamos en el furgón de cola. Somos la esencia, dicen, pero sólo la deben apreciar unos cuantos. Somos la fuerza, pero qué poco se ha notado en estos años en los que han estado mandando, y ojo, siguen en ello. Una nueva generación socialista, me parece de perlas, pero para qué, es lo que nos tendrían que explicar. Vamos a tener que esperar otros treinta años para que un nuevo dirigente socialista reconozca que seguimos viviendo el drama del paro en más del cuarenta por ciento de nuestras familias, que seguimos a la cola en lo que a infraestructuras.

Ilusionar a la gente desde la emoción y la inteligencia política, dijo el paisano Antonio Lucas. Listo el hombre. No nos van a ilusionar desde el trabajo, la honestidad, los valores, la entrega o el sacrificio, no. Nos quieren ilusionar desde la emoción y la inteligencia política. Nos harán llorar a moco tendio, ya lo verán. Y con inteligencia política nos llevarán de nuevo al huerto. Rogelio Mena, alcalde de Albox, se convierte en el hombre que solucionará los problemas de todos los almerienses.