30 años de ingenieros en La Legión
Es la Bandera más joven y también una de las más desconocidas

Legionarios desfilando en la Base 'Álvarez de Sotomayor' de Viator.
La Legión celebra este septiembre el aniversario de su fundación, del que ahora se cumplen 105 años. La Brigada almeriense, aunque está cohesionada y bien coordinada, está compuesta por diversas unidades cada una con diferentes misiones, capacidades y características. El pasado agosto se cumplieron 30 años de creación de la Brigada y de la primera unidad de ingenieros legionaria, actualmente la Bandera más joven de la Legión y también una de las más desconocidas, pero que se ha ganado a pulso, con trabajo, esfuerzo y dedicación, un enorme prestigio y el mérito de recibir todas las felicitaciones por este aniversario. Felicidades a todas las unidades de la Brigada que ahora cumplen 30 años y a toda La Legión por sus 105 años de servicio, entrega y honor.
La mayoría de los lectores conocerá a La Legión por sus desfiles, sus vistosos uniformes y sus mascotas; muchos la conocen por sus celebraciones de aniversario y patrones y las extraordinarias noticias que les llegan de su participación en operaciones internacionales; algunos la conocen por lo que escuchan de un amigo, compañero o familiar encuadrado en una unidad legionaria; pero muy pocos conocen La Legión del día a día, del orgullo de ser
legionario, de la importancia de cumplir, …. , esa es la Legión que yo conozco. Estas líneas pretenden ser un homenaje a esa Legión del trabajo diario, de las relaciones personales y de los valores y virtudes que aparecen en las situaciones más inesperadas.
No es frecuente encontrar muchas crónicas dedicadas a los ingenieros zapadores pues su mayor virtud es la humildad prefiriendo ser “incógnitos todos”, pero permítanme que por una vez particularice mis elogios en los cientos de hombres y mujeres que, desde el momento mismo de creación de la Unidad de Zapadores comenzaron a demostrar que iba a ser difícil que alguien les reclamara algo o les recriminara el no merecer ese uniforme. Legionarios de la cabeza a los pies, unidos por el trabajo y el Credo, que les hizo hermanos en lo bueno y en lo malo.
Sin creerse más que nadie y multiplicándose para apoyar a todos, los zapadores se han ido asentando como una de las unidades legionarias más comprometidas. Su especial preparación, disponibilidad y experiencia les ha dotado de una extraordinaria capacitación técnica y vocación de servicio expedicionaria, lo que junto a los medios de que disponen les ha permitido ser eficaces en sus cometidos y también afrontar otros en beneficio del resto de unidades de la Brigada y de apoyo a la población civil cuando ha sido necesario.
Los zapadores de La Legión, cumpliendo sus misiones específicas, han sido parte fundamental de la exitosa y extraordinaria participación de los contingentes legionarios en Bosnia, Kosovo, Albania, Líbano, Mali, Afganistán, Iraq, etc. pero también han afrontado otra gran variedad de cometidos, habiendo demostrado con el paso de los años, ser la unidad más polivalente de La Legión.
El sacrificio y la lealtad de los zapadores legionarios han quedado plenamente demostrados en estos 30 años, el que los conoce lo sabe. A lo largo de la geografía mundial quedan muestras del mismo: helipuerto “Tabernas” de vértice Leotar (Bosnia), zonas limpias de minas en Kosovo y Líbano, casa de los huérfanos en Kosovo, puesto avanzado de Moqur (Afganistán), …. Toda la Brigada de La Legión utiliza diariamente las instalaciones de adiestramiento tipo poblado africano, polígono de combate urbano y combate subterráneo, campos de tiro, campamento semipermanente, …, proyectados y/o construidos por los ingenieros de La Legión. Además, han sido parte fundamental de la respuesta legionaria tras la tormenta Filomena, las diversas inundaciones en el Levante, incluida la DANA del año pasado, el apoyo a la UME en los incendios de este verano, etc.
Preparados y deseando cumplir cualquier misión donde y cuando se les ordena, son los más capacitados para limpiar un camino de minas, construir cortafuegos en los incendios, abrir una brecha en la alambrada, construir una trinchera, retirar la nieve de la puerta de un colegio o asaltar una posición. Como escribió el periodista Quico Chirino, “ya se sabe que los héroes no pueden elegir el día que les toca” y yo añado que tampoco eligen la misión que les lleva a la gloria pues el mérito está en poder y estar dispuesto a “trabajar en lo que les manden”. Su heroicidad es la valentía y capacidad para cumplir un desafío costoso de forma desinteresada, salvando vidas y logrando un bien común.
Antes que el olvido del tiempo se lleve los lugares, los nombres y los éxitos de los Ingenieros de La legión, me gustaría dejar constancia de las auténticas muestras de compromiso y esfuerzo de estos legionarios del pico y la pala. No es que sean mejores que nadie, su prestigio se basa en cumplir como el que más, presumir como el que menos y servir para todo. Han estado a la altura de
sus compañeros legionarios de otras unidades, casi nada, desde su
incorporación a la BRILEG, sin perder tiempo en glosar sus éxitos y en nada que les distraiga de trabajar. Ahora lo hago yo en su nombre a la vez que felicito a todos los hombres y mujeres que han servido como zapadores en la Brigada de La Legión durante estos 30 años de compromiso con los valores legionarios y con España. ¡A celebrarlo!