La Agricultura almeriense ha cambiado en los últimos cuarenta años más que en los cuatro mil anteriores. La “revolución “ha sido tan espectacular que hemos pasado del Llegar llegaremos, lo que no sabemos es donde, del Martín Fierro, a una estrategia de producción en la que todo está planificado. Ya no hay que mirar al Cielo, ni rogar a los santos ni rezar por la mañana para que llueva y por la tarde para que deje de llover. Las cosechas no son fruto del azar caprichoso o de la permanente incerteza de un clima endiablado por imprevisible. Las investigaciones con Tecnova y Cajamar en primera línea de salida han posibilitado una “revolución” construida sobre el esfuerzo y la inteligencia de los once pilares que siguen a continuación.
Aunque ha sido mucho el camino recorrido en pocos años, lo que sí parece claro es que la revolución agrícola no ha concluido y que lo mejor está por llegar. En los últimos cuarenta años la agricultura almeriense ha avanzado más que en los cuatro mil años anteriores. Puede parecer una exageración. Piénsenlo y se darán cuenta que no es así.
La quimera de regar el desierto
Sin la implementación generalizada del riego por goteo la industria agroalimentaria de Almería no existiría. Convertir más de treinta mil hectáreas de desierto- de desierto, no lo olviden- en una inmensa estructura de producción hortícola hubiese sido imposible. El riego por goteo maximiza la eficiencia del agua y los nutrientes, reduciendo el desperdicio. Fundamental para cultivos en zonas áridas.
El delirio de cultivar bajo plástico
Cultivar la arena de la playa fue un descubrimiento tan extravagante que se acercaba a la quimera. Pero a este descubrimiento le siguió la llegada del plástico. Las estructuras invernadas mejoran la producción agrícola al crear un microclima controlado que optimiza el crecimiento de los cultivos, permite producir fuera de temporada y reduce la incidencia de plagas y enfermedades.
La invasión de los insectos
Una de las imágenes más inconscientemente demoledoras en los inicios del milagro agrícola almeriense fue la instalación de vallas publicitarias en las que se difundía la eficacia de los productos químicos contra las plagas. Hoy, aquella imagen se antoja de la edad media. La lucha integrada, con el protagonismo del control biológico, permite manejar plagas y enfermedades de forma sostenible, reduciendo el uso de pesticidas químicos, preservando la biodiversidad, protegiendo la salud del agricultor y del consumidor y favoreciendo la resistencia natural del ecosistema agrícola.
La revolución de las semillas
La mejora varietal permite obtener plantas con mayor rendimiento, mayor resistencia a enfermedades, incrementando la productividad con menos recursos y optimizando la productividad y rentabilidad del cultivo. Almería ha pasado de ser beneficiaria de la investigación exterior a convertirse en una especie de Silicon Valley de las semillas hortícolas del futuro. El horizonte que prometen las nuevas técnicas genéticas (NTG) augura algo parecido a una nueva revolución varietal.
El clima ya no solo viene del Cielo
Los agricultores han mirado durante miles de años al cielo desde el temor o la esperanza. El fruto de su esfuerzo dependía de circunstancias incontrolables. El control del clima dentro de los invernaderos permite crear condiciones óptimas y estables para el cultivo, mejorando el rendimiento, la calidad y la sostenibilidad de la producción hortícola.
Tomates sobre agua y aire
Los cultivos hidropónicos y otras alternativas permiten producir hortalizas de alta calidad con menor consumo de agua, sin necesidad de suelo y con un control preciso de nutrientes, lo que lo hace ideal para una agricultura sostenible e intensiva.
Mimar el suelo
La introducción de bioestimulantes y bioinsecticidas , así como la incorporación de microoranismos, está revolucionando la nutrición y la sanidad vegetal en detrimento de productos se síntesis química. Proceden de especies vegetales cultivadas para este fin, como las microalgas o los hongos unicelulares.
Agricultura de precisión
La ciencia aplicada a la experiencia y a la innovación han posibilitado que la más moderna tecnología a través del uso de GPS, sensores y datos para gestionar cultivos con precisión milimétrica posibiliten un control exhaustivo desde la siembra a la cosecha.
IA y Big Data aplicados al agro
La Inteligencia Artificial, el Big Data y el IoT (Internet de las cosas) facilitan modelos predictivos, trazabilidad y toma de decisiones basadas en datos históricos y climáticos. Lo imprevisible es sustituido por lo previsible y la intuición bienintencionada por el dato contrastado
Bioeconomía circular: Sacarle partido a todo
Almería está desarrollando proyectos para convertir en valiosas materias primas los restos vegetales y las hortalizas sin valor comercial que son descartadas. El potencial de nuestro modelo agrícola es uno de los más importantes del mundo en este sentido.
Robótica agrícola
El futuro está por recorrer, pero la implementación de la robótica permitirá automatizar tareas como la recolección, poda o control de plagas con alta precisión, reduciendo la dependencia de mano de obra, aumentando la eficiencia y mejorando la calidad del producto. También evolucionará el proceso de manipulado en las comercializadoras.