Barquitos de vela en el mar
Barquitos de vela en el mar
Nos hemos quedado compuestos y sin barquitos de vela en la hermosa bahía de Almería. ¡Qué putada! La Junta nos prometió una prueba deportiva internacional para que el nombre de nuestra provincia estuviera en el mundo. Y por ahí nos apareció el mundo del catamarán. ¡Qué hermosura! Durante tres años las azules aguas de Almería vieron como sobre ellas navegaban los hermosos catamaranes. Ha llegado la crisis, la Junta ha pedido ayuda a la diputación y al ayuntamiento capitalino para tan importante prueba deportiva, y al no contar con ella, los barquitos de vela no vendrán a regatear por nuestras aguas. ¡Qué fastidio! Y eso que traía hasta nuestra tierra, según dijo don Luciano, más de sesenta mil turistas durante la prueba marinera. 60.000 turistas en Almería. Dos personas por cada cama de las que hay en el sector turístico. ¿Dónde durmieron? Deben estar los hoteleros que se suben por las paredes. ¿Qué me dice usted, ¿que estos zipotes de políticos que tenemos han dejado pasar la oportunidad de llenar (al doscientos por cien) los hoteles de toda la provincia durante unas cuantas noches? No me lo puedo creer. ¿Y encima les pagamos el sueldo cada mes? Que lo devuelvan. Otra promesa de la Junta que se pierde en el proceloso mar político que nos ha tocado vivir. Don Luciano, quiero recordar que usted ofreció la “Extreme no se qué” a Almería como una inversión de la Junta y garantizada (cerrada con los organizadores) por cuatro o cinco años. A ver si resulta que no han pagado ustedes las ediciones anteriores y se están buscando la excusa para evitar el evento. Que les conozco, don Luciano.