Lo primero que hay que desearle al señor Cano, nuevo presidente de la patronal almeriense es mucha suerte en su nuevo cargo. La va a necesitar. El hombre quiere quitar la imagen de una organización de empresarios al servicio de unos pocos, subvencionada por los políticos, falta de independencia y de utilidad para empresas y empresarios. Manifestaba en su discurso de toma de posesión que estas acusaciones de unos pocos en Almería eran una gran falsedad. Dice el refrán, don José, que cuando el río suena, seco no está. Es posible que usted, con su trabajo, pueda quitar de la retina de esos pocos almerienses, entre los que me encuentro, esas sensaciones por usted relatadas. Y que lo consiga, es mi deseo. Lo que me tendrá usted que reconocer es que cuando en su toma manifiesta esas preocupaciones debe ser por algo. No sólo porque cuatro tengan esa sensación. Algo más debería haber. ¿A alguien quería mandar usted un nuevo mensaje ante el inicio de su mandato? Si no fuera cierto lo de las subvenciones, la dependencia y la utilidad, ni las hubiera nombrado. Cuando lo hace, piensa uno, lo mismo me equivoco, es porque algo le aprieta en el estómago y una buena digestión es lo mejor para empezar el día. Además, no podemos olvidar que usted no es nuevo en la organización, tampoco en la Cámara, por lo que entiendo que estaba dando al personal un nuevo programa a seguir durante los próximos años. Seré el primero en reconocer esos cambios y felicitarle por ellos. Almería necesita unos empresarios libres, que luchen por sus empresas sin tener que llevar un carnet en la boca.